Conciencia

lunes, 28 de julio de 2008

Jueves 24/ago/08: Feynman, aniversarios


I: Buenos días
Le gustaba estudiar la apertura de candados, así como resolver acertijos y mensajes cifrados. Cuando fue enrolado en el más protegido y sigiloso proyecto que en la época patrocinó el gobierno de su país, disfrutaba abriendo cajas fuertes de sus colegas y robando documentos (que luego reintegraba), dejando una nota de burla. Viajaba constantemente a Brasil, donde aprendió a tocar las percusiones y donde actuaba ocasionalmente con un grupo, dicen que era buen bongocero. De las 260 personas que atestiguaron la primera explosión atómica de la historia (Nuevo México, 16/jul/1945), él fue el único que se atrevió a verla sin gafas protectoras, razonando que, a la distancia a que se encontraba, el parabrisas de un camión sería suficiente protección para los rayos ultravioleta. No se quedó ciego. Las palabras misteriosas de hoy son: vidas ejemplares, capítulo uno, primera parte; cuentas.

II: Vamos al microcosmos
Richard Feynman decía que “allá abajo”, había todo otro mundo. El acceso y el control del mundo subatómico, le parecía, planteaban posibilidades infinitas. Si se pudieran mover los átomos a placer, decía Feynman en 1959, se podrían construir máquinas de 1,000 ångström de altura (1 Å= 1×10−10 metros), y podríamos construir réplicas idénticas de esas máquinas y tener campos enteros de manufactureras en una escala a la que hablar de un centímetro resulta ridículamente grande. Feynman envisionaba un mundo donde el químico le daba una receta al físico y éste le regresaba la molécula armada. Feynman estaba proponiendo, cincuenta años antes, lo que sería luego conocida como nanotecnología. Hoy en día, si uno quisiera y tuviera el dinero para, podría mandarse hacer un letrerito con su nombre escrito en átomos de xenón ocupando una superficie de 30 ångströms. Eso, en aquel tiempo, era un sueño, una locura. Se adelantó bastante a se época. (Continuará)

III: Y contando
Será que del atletismo me quedó la manía de contar (las vueltas a la pista, los pasos, el número de kilómetros). Esta es la Columna Lítica número 199, así que en vísperas de la 200 (ahí vamo’, ahí vamo’), me permito la inmodestia. Me da gusto contar con este espacio para escribir de lo que —literalmente y fuera del contexto peyorativo— me da la gana; tener la libertad de elegir mis temas y no recibir línea ni orientación, aún cuando, por ignorancia o picardía, me meta en los pantanos inciertos de-lo-que-no-se-dice. Me alegro también de no ser un político y no tener que desperdiciar líneas preciosas (para el que está dando su tiempo en leerlas) en defenderme, atacar, recordar, amenazar o tirar simple y llana mala vibra. Prefiero diversificar la cosa, por eso aquí se ha hablado tanto de política local como del linaje de los reyes europeos (Columna Lítica 110, 111 y 112); hemos lo mismo analizado el quehacer legislativo del estado que explicado lo que es una Esfera de Dyson (98); seguimos con atención las andanzas de Karla Verónica en su búsqueda de Timbiriche de la misma manera que relatamos un encuentro con Hugo Chávez (124, 125). A lo largo de estos casi 200 episodios, la Columna Lítica ha sido enviada a la redacción del Ecos desde computadoras propias, prestadas y rentadas en cuatro países, pensando siempre en palmeras cuando se pica el botón de send.

Sí, de repente la Lítica se pone medio exótica, o de plano desconcertante, hablando de meteoritos (195), las elecciones en Timor Oriental (34), la visita de Charles de Gaulle a Montréal en 1967 (64), las leyes culturales y los privilegios fiscales de los artistas en Bélgica (41), o Pitcairn, el país menos poblado del mundo (48. Habitantes. CL 103, por cierto que ahí hay una deuda). Pero al menos saben —oh hipotéticos lectores, sombras inciertas— que tienen la seguridad de que están leyendo algo original, no generado por un títere colgado de intereses varios en cada hilo o un predadorzuelo que agandalla las notas de otros y las presenta como suyas. Aunque, bueno, en realidad, la Columna Lítica la escribe una computadora a la que un grupo de internautas le inserta datos, fotos, fechas, historias, recortes de periódico, videos y mapas. Ahora ya saben la verdad.

Estamos en la red: ernestocortes.blogspot.com. Los leo: ernestocortes@itesm.mx.

1 comentario:

Altamar dijo...

Feynman es tambi'en famoso por su facilidad para ense~nar y por la obra "Lectures on physics", literatura b'asica y obligada para todo aquel que estudia f'isica.