Conciencia

sábado, 28 de abril de 2007

Domingo 29/abr/07: El vuelo del colibrí

Libros, versiones

Así como la ciencia busca una teoría unificada que le permita explicar las interacciones de las cuatro fuerzas elementales del universo, en la literatura constantemente se hacen esfuerzos por crear versiones “unificadas” de novelas importantes que a lo largo del tiempo han ido apareciendo en versiones diferentes a la anterior. Tales son los casos de Ulises, y Cumbres borrascosas, por mencionar solo dos. Afortunadamente, en español ya contamos con la versión unificada de Cien años de soledad. Lo mejor de todo, en vida del autor.

Con motivo del IV Congreso Internacional de la Lengua Española, la Academia Colombiana propuso homenajear a Gabriel García Márquez, aprovechando su cumpleaños número 80, y el 40 aniversario de su novela más famosa. Pero además de crear una edición primorosamente encuadernada y acompañada de estudios críticos, glosario, árbol genealógico y otras bondades literarias, hicieron algo muy importante: unificaron el texto, antes de que el autor desaparezca y pase lo que ocurrió tras la muerte de James Joyce.

El texto de Ulises, de Joyce, sigue siendo objeto de polémica. Existen a la fecha más de 20 versiones distintas. La cuestión es que, en su tiempo, la novela primero fue publicada por partes en varias revistas (lo cual causó la clausura de alguna, por obscenidad, dijo la ley). Después de que apareció la primera edición, en Francia, el autor fue agregando correcciones a las impresiones subsiguientes, e incluso aparecieron versiones “pirata” (en los años 30, por si creíamos que la piratería era algo nuevo) en las que había palabras cambiadas. Los manuscritos originales, o no tan originales, con correcciones del autor (y de otras manos), fueron dando tumbos y siendo reimpresos en varias ocasiones, con errores en muchas de ellas, y esto fue dando pie a la proliferación de versiones de la misma novela, al grado que a la fecha los estudiosos siguen peleando por definir cuál es “la buena”. En 1984, Walter Gabler propuso una versión definitiva, basándose en manuscritos, revistas y versiones varias. Poco le duró el gusto, pues la crítica fue tal que ahora Gabler es visto en algunos círculos como el pedante que pretendió enmendarle la plana a Joyce.

Por suerte para el mundo literario, la Real Academia de la Lengua Española decidió editar la versión unificada de Cien Años, eliminando las erratas de la primera edición (Sudamericana, 1967, 8 mil ejemplares) y haciendo un cuidadoso trabajo de revisión en el que el autor dio forma final al texto definitivo, que difiere ligeramente de las ediciones anteriores.

A la fecha, la novela ha vendido más de 30 millones de ejemplares en 35 idiomas. Las traducciones siempre han representado retos, que en algunos casos han deparado sorpresas interesantes. Tiene particular fama la traducción al inglés, realizada en 1970 por Gregory Rabassa, quizá el más conocido traductor de español a inglés en el mundo de la literatura. Rabassa (quien se llama a si mismo “intérprete”, por utilizar la terminología musical) venía de traducir Rayuela (Hopscotch), y fue el mismo Julio Cortázar quien lo recomendó, visto el soberbio trabajo que el académico norteamericano había realizado con su novela, sobrepasando incluso la versión francesa, que en teoría hubiera sido la mejor traducción de Rayuela, que de por sí está escrita en un español con varias estructuras gramaticales francesas. One hundred years of solitude se convirtió en uno de los libros latinoamericanos más vendidos en lengua inglesa, estableciendo records de permanencia en las listas de libros más vendidos en el mercado de libros norteamericanos. Dicen que García Márquez ha dicho, refiriéndose a la versión de Rabassa, que la versión en inglés supera a la versión en español. Como dato curioso, el esperantista y filólogo español Fernando de Diego (ya hablaremos de él en otra ocasión) se encargó de verter el texto al esperanto en 1992 (Cent jaroj da soleco).

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