I: Buenos días
“Creo que nos ha tocado vivir una transformación en todos los sentidos del ser humano en los últimos 50 años, tanto en el aspecto religioso, como en lo social, en lo científico, en lo económico, vaya hasta en los natural” escribió ayer mi compañero de plana Luis Ladino Cosío. Aunque en lo personal no concuerdo con todos los puntos de vista que expone en su columna, me pareció muy valiosa su reflexión, que sirve de punto de partida para las letras de esta entrega. Las palabras misteriosas de hoy son: cambios, mundo, futuro.
II: Los tiempos y la tecnología
John Smeulders es un canadiense de origen holandés que cada año viene con su esposa Mae a pasar los inviernos en Colima. El otro día fui a su casa y me platicó que acababa de tener una conversación con su hija vía internet. Usando las ventajas de la transmisión de voz y video, su hija le mostró la mesa servida y le contó lo que estaban a punto de cenar, a miles de kilómetros de distancia. John me contó de la primera vez que vio una televisión, en la vitrina de una tienda, en su natal Holanda, y de cómo la gente se arremolinaba para ver esa caja con un vidrio en la que aparecían imágenes que se movían. Cincuenta años más tarde, es una cosa natural el ver a su hija, en tiempo real, a través de una pantalla. El mundo cambió muy rápido.
Cuando John era chico, uno de los entretenimientos mayores era ir a seguir las partidas de ajedrez de Max Euwe. La gente se reunía en el teatro, donde se instalaba un tablero gigante. Cerca del escenario había un teléfono, que sonaba cada vez que el campeón o su contrincante hacían una movida, en Londres, en Roma, en Paris, donde fuera que se estuviera disputando la partida. Entonces el responsable del teléfono venía y movía la pieza correspondiente, y la gente se excitaba y reproducía la jugada en su tablero y la sala se llenaba de murmullos y de cientos de expertos que analizaban el juego. En diciembre pasado, seguí, en vivo, la memorable partida que el campeón mundial Vladimir Kramnik perdió contra la computadora Deep Fritz, en lo que ha sido llamado “el error del siglo”. Un segundo después de que alguno de los dos contrincantes movía, en la pantalla de mi computadora la pieza se movía, mientras por los audífonos escuchaba a un comentador que, en inglés, transmitía sus comentarios desde la sala de Bonn donde se estaba realizando la partida, y en otra ventana veía fotografías tomadas minutos antes que mostraban al campeón y a la computadora (y su operador) sentados bajo una luz azul ante un tablero de ajedrez.
III: Y lo que viene
“El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo”. Así describe Gabriel García Márquez a Macondo en sus primeros días. Así podría describirse el mundo de hoy, las cosas son tan nuevas, que a veces no alcanzan los nombres, o hay que irlos inventando sobre la marcha: email, nanobiotecnología, bloguear, geoingeniería, terabyte, biopiratería, chatear. Ya no se sabe si ponerles comillas, cursivas, o un altar. La semana pasada, escuché un discurso de Bush donde hablaba sobre la convivencia en los blogs. Eso fue algo nuevo para mí: escuchar a un presidente incluyendo en sus discursos ese lenguaje, considerando los blogs (algo así como un “diario personal” público, en internet) como una manera regular de interacción entre los seres humanos.
El año pasado, estando en Ottawa, leí un reportaje donde se criticaba que los mandos medios del gobierno no están trabajando porque se pasan el día jugando, chateando o navegando con sus blueberries, que están convirtiéndose en un problema de salud política para los canadienses. El 14 de marzo de este año, en Colima se hizo mención a la llegada de las blueberries a nuestro congreso: el diputado Peralta, de acuerdo a Bajo el Volcán, de Ecos de
IV: Por supuesto
Yo también blogueo: ernestocortes@blogspot.com. Y maileo: ernesto@cuerdacueroycanto.com. Hoy en la noche cantamos, con el grupo CuerdaCueroyCanto, en el Desafío Poético y Musical que se realizará en el Jardín Libertad a partir de las 7 pm. Por si gustan.
1 comentario:
yo si hubiera gustado, u.u pero no estoy en colima.
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