Conciencia

sábado, 31 de octubre de 2009

Jueves 29/oct/09: Don Jesús Hernández

I: Buenos días
“Yo trabajaba entonces (en los 40s) en la carpintería, haciendo muebles, y pues estaba solo en Manzanillo. A mi me llamaba mucho la atención el teatro, y me enteré de que en una iglesia hacían comedias, así que fui a ver de qué se trataba y ahí hice amistad con el grupo. Tenían un teatro, que se llamaba Ángela Peralta, estaba en un terreno a un lado de la iglesia del Carmen, era un corral de tierra donde habían hecho un foro rústico, de madera, y con unas telas hicieron las bambalinas, tenía su telón de boca y todo. Un día hicieron una velada musical en una escuela, en conmemoración del 12 de octubre, Día de la Raza. Me invitaron, pero como yo no cantaba, les dije “yo puedo declamar algo”. Así que fui y me presenté y tuvo mucho éxito, nos fue bien. Tanto así que la gente nos dijo que por qué no hacíamos más funciones. Entonces ya de ahí salió la idea de hacer un cuadro artístico, y fue así como nació el Cuadro Cultural México. Tenía yo como 23 años”. Habla Jesús Hernández, precursor del teatro colimense, homenajeado hoy. Las palabras misteriosas de hoy son: teatro, el abuelo, homenajes.

II: La Empresa, no escatimando esfuerzo alguno…
Hoy por la noche, se develará una placa y se le impondrá nombre al Teatro al Aire Libre de Casa de la Cultura, que recientemente fue remodelado y que ha vuelto a ser un espacio usado para actividades artísticas en la ciudad. El renovado teatro llevará el nombre de don Jesús Hernández Álvarez, fundador del Cuadro Cultural México, compañía teatral que desde los 40s y hasta principios de los 70s tuvo intensa actividad en Manzanillo, y que emprendió la construcción su propio foro, alimentando durante muchos años la vida cultural del puerto a través de sus espectáculos.

Don Jesús Hernández, cabe recordar, fue reconocido hace un par de años por el International Theatre Institute-UNESCO con la medalla Mi vida en el teatro, y este año fue ganador del concurso El Manzanillo de mis recuerdos, organizado por la Secretaría de Cultura y el diario El Correo de Manzanillo. Ha recibido varios otros reconocimientos de la comunidad artística colimense, pero sin duda su mayor logro son sus hijos (y nietos), muchos de los cuales han (hemos) tomado el camino de las artes: los cantautores Arturo, Rabí, Jorge y René Hernández (este último, por cierto, cumple medio siglo por estos días, y lo celebrará con un disco al estilo Pablo Milanés: con los compas) son reconocidos músicos que bastante han aportado a la cultura colimense. En la generación de los nietos estamos varios: Wendolyne, artista plástica y restauradora; Massiel, artista circense; Centli, músico, y una larga lista que, incluyendo a los nietos políticos (o sea mi hermano y yo) hace una numerosa familia de gran vocación por las artes.

La develación de la placa con el nombre de don Jesús Hernández se realizará hoy a las 6:00 de la tarde. Acto seguido, habremos varios músicos celebrando el suceso y compartiendo algunas canciones con los presentes, por si gustan.

III: Estreno
Hablando de teatro, mañana viernes a las 8:30 pm se estrena Íntima, un monólogo protagonizado por Ariadna Galván, de Cuatro Milpas Teatro. Los miembros de esta compañía han estado presentando unipersonales a lo largo de este año, empezando con César Fajardo, que hizo Volver a decir el mar, para que posteriormente Christian Rangel (que ya mero regresa de Montréal, por cierto) nos deleitara con Anubis, que a decir del poeta Víctor Cárdenas, es de lo mejor que se ha visto de monólogos en el Colima contemporáneo. Ahora toca el turno a Ariadna con Íntima, que estará en cartelera este viernes y sábado, así como los días 6 y 7 de noviembre. Esto es el Taller de Teatro de Casa de la Cultura, por si gustan.

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sábado, 24 de octubre de 2009

Jueves 22/oct/09: Cultura, danza, teatro


I: Buenos días
En lo que el nuevo ayuntamiento capitalino se da cuenta de que todavía no hay director de Cultura (y de que se les olvidó anunciar un encargado de despacho), el Gobierno del Estado, la U de C y algunas otras iniciativas institucionales e independientes siguen alimentando la vida cultural colimense a un grado tal que en estos días la oferta es muy amplia y uno quisiera poder dividirse para estar al mismo tiempo en la obra de teatro, el concierto y la presentación del documental. Hay que elegir de entre tanta cosa, y aprovechar que nos podemos dar ese lujo aquí en Colima. Las palabras misteriosas de hoy son: olvidos, escenarios, fe de ratas.

II: Danza
“La creación es algo que se me da como una necesidad, no porque me encarguen una coreografía o me paguen por hacerla”, dice Jesús Avilés, y esa transparencia en la concepción de su trabajo artístico se hace evidente en el espectáculo que se presenta sobre el escenario. El martes, como parte del Festival Sísmico de Danza, pudimos disfrutar en el Teatro Universitario de la presentación de la compañía Colima Danza Escénica, dirigida por Jesús Avilés, quienes ofrecieron un programa disfrutado en lo íntimo, con el público sobre el escenario casi sintiendo el aire desplazado por cada paso de baile.

En Colima, como en el resto del país, ocurre (hablando en bruto) que la danza contemporánea carga el estigma de ser un espectáculo para una élite, y de que a veces se enrosca tanto en su propio lenguaje y en el imaginario muy personal de los coreógrafos, que luego resulta inaccesible para los mortales simples que vamos al teatro queriendo sentir algo, no solamente ser testigos impasibles de los demonios íntimos del que se mueve en la escena. La danza de Jesús Avilés rompe con este esquema, pues aunque tiene su carga de abstracción y lleva consigo la inevitable subjetividad del gesto corporal, en general es una danza muy accesible, transparente, comunicativa. Quizá es del tipo de danza que no convenza al snob que cree que un buen espectáculo es aquel del que uno sale sin haber entendido nada, pero es, en cambio, un regalo para los que vamos con mente simple y ojos abiertos a disfrutar y vivir las historias que el bailarín nos propone.

Aún desde estos ojos de lego de la danza es visible que falta trabajo para llegar a la perfección técnica en esta compañía, y aunque no hay olvidos ni errores durante la ejecución, sí se siente que todavía hay un umbral amplio para alcanzar ese punto en que las compañías dan el gran salto de ser un grupo local a uno de trascendencia nacional y más allá. Faltan los detalles, el pulimiento final, pero el planteamiento estético ya está ahí, y se ve un estilo, un sello en la manera de narrar con el cuerpo que ya les es propio y que permea todos los cuadros presentados a lo largo de la velada.

III: “En Inglaterra todos se llaman Jamblet, o William”
La vengo anunciando desde julio, y finalmente está aquí: hoy por la noche, en el teatro Hidalgo se presenta la obra Más pequeños que el Guggenheim, una comedia del veracruzano Alejandro Ricaño que se estrenó hace 3 meses en Querétaro, en el marco de la Muestra Nacional de Dramaturgia Joven, y que en aquella ocasión arrasó con el evento, cosa extremadamente difícil teniendo enfrente a un público compuesto de teatreros y críticos. Así de densos.

Para mi gusto, esta obra será de lo mejor que podremos ver de teatro en Colima en este año; con un texto muy inteligente y excelentes actuaciones, Más pequeños que el Guggenheim lleva al público a doblarse de la risa con situaciones hilarantes lo mismo que a reflexionar profundamente sobre la amistad, los valores estéticos y culturales, y en especial, sobre la batalla heroica de ser un artista en México. Cabe recordar que en el elenco de este montaje está Adrián Vázquez, quien llenó hasta el tope el Hidalgo durante el Festival de Teatro a una sola voz, con los monólogos Los días de Carlitos y No fue precisamente Bernardette, así que la cosa va de ahí hacia arriba. La función está anunciada a las 8:30 de la noche, y la entrada es libre, por si gustan.

IV: Herratas
Por razones totalmente ajenas a mi voluntad (léase un corrector con iniciativa), la anterior entrega de la Columna Lítica salió con puntuación extraña, palabras de más y modificaciones que no salieron de mis manos, sino que fueron añadidos y mutilaciones de los que no estuve enterado sino hasta que vi la columna impresa. Ofrezco una disculpa a los lectores, y los invito a consultar la versión original (y enriquecida con hipertexto) en el blog. Espero que no vuelva a ocurrir.

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martes, 20 de octubre de 2009

Martes 20/oct/09: Jesucristo Gómez, según Silverio Palacios y Jaime Velasco

Nota preliminar: Por alguna razón, al corrector del Ecos de la Costa, donde apareció esta columna en versión impresa, le dio por meterle mano a mi texto y "corregir" varias cosas, resultando en oraciones sin sentido y varios cambios de cierta significación. Esta que se presenta aquí es la versión original de la Columna Lítica, sin las modificaciones sufridas por la iniciativa de algún bien intencionado (pero oficioso e innecesario) corrector de periódico.




I: Buenos días
Hace algunos 11 años, un grupo de estudiantes abordamos a don Girolamo Prigione para preguntarle su opinión sobre la Teología de la Liberación. Don Girolamo perdió la compostura y francamente se encabronó. Dijo “¡No sé de qué me hablan, esa cosa no existe, no sé de qué me están hablando, no hay ninguna Teología de la Liberación, no, no, no sé de qué me hablan, no!”. A esas alturas yo ya sabía de Camilo Torres, había leído a Leonardo Boff, y podía recitar de memoria algunos salmos de Ernesto Cardenal, así que la virulenta reacción del Nuncio Apostólico solo hizo crecer mi admiración por esos hombres que se habían atrevido a asegurar que para lograr la salvación del alma primero habían de procurarse las condiciones sociales, económicas e ideológicas que permitieran en el creyente una vida digna y alejada de las injusticias que en ese entonces (y ahora más) plagaban Latinoamérica. Este domingo en el teatro me acordé un poco de esto. Un poco. Las palabras misteriosas de hoy son: teatro, teología, ausencias.

II: “Se lo llevó una tal Asunción (sic por Ascensión)”
Con un lleno total (incluyendo mucha gente de pie) se llevó a cabo este domingo la segunda representación de Jesucristo Gómez 2009 d.C., obra dirigida por Silverio Palacios y Jaime Velasco, en el foro trashumante que lleva el nombre de éste último. Lo que al inicio arrancó promisoriamente (sobre todo para los que estamos familiarizados con El Evangelio de Lucas Gavilán, novela de Leñero en la que la obra se basa muy libremente), poco a poco se fue convirtiendo una batalla lenta por terminar una obra que se hizo larga, pesada, y, por momentos, absurda, aunque parece que más por error que por intención. Tuvo sus destellos y méritos, eso que ni qué, pero en general, nos quedó debiendo mucho, sobre todo en la parte de adaptación del texto a la escena.

Como todos conocemos (algunos más que otros) el Evangelio de San Lucas, había cosas que se podían obviar a la hora de contar la historia; sin embargo, las que se dieron por sentadas en este montaje fueron algunas partes clave, y a fuerza de ausencias, se fue construyendo un Jesucristo Gómez hueco, sin un trabajo apostólico o social claro, con actividades erráticas y poco contundentes y realizando apenas tres o cuatro “milagros” mediocremente resueltos en el escenario. Encima, al adaptar la obra se soslayaron algunas frases que le hubieran dado mucho peso a los personajes y sus circunstancias, como cuando Jesús elige a sus primeros apóstoles y le indica a Pedro “desde hoy, vas a pepenar hombres”, frase ausente en el montaje, pero definitoria en la obra de Leñero.

La obra tiene potencial, y en algun@s de l@s actores es evidente la calidad: resaltó el trabajo de Iván Quiroz como músico ciego (paradójicamente) conductor de la historia y como judicial, y hay momentos brillantes, como la escena del programa insulso de televisión, que refleja muy fielmente el panorama mediático actual, y que, junto con varias otras referencias (como la mención a Juanito) le dan solidez al espacio-tiempo en que se desarrolla la historia. Sin embargo, en general Jesucristo Gómez se percibe como un montaje que no estaba listo para ser sacado al público, que tampoco estaba ensayado para ese espacio (había escenas cuya preparación tardaba el doble que la escena en sí) y con muchas esquinas toscas, tanto en las actuaciones como en la producción (el programa de mano tenía información errónea – ni Coty, ni Paulina, ni Dinorah hacen el papel de José Gómez, por ejemplo). Da la impresión de que, como luego a todos los teatreros nos ha ocurrido alguna vez, la fecha del estreno los alcanzó, y hubo que sacar la obra así, como estuviera.

Un momento que dejó al público francamente desconcertado fue cuando, en los preparativos para la Última Cena, llega una compungida María Magdalena a avisar de la muerte del Maestro, ante el pavor (“en la madre”, se les veía pintadito en la cara) de los actores, pues momentos después el Maestro aparece sano y salvo, y reparte pozole y Estrellitas como si nada, para ser asesinado nuevamente rato después por unos improbables judiciales en el monte. Si la doble muerte de Jesucristo Gómez era planeada, el guiño al surrealismo —o al absurdo— les salió muy mal; si no lo fue, el increíble error les salió muy bien. Hay cosas meritorias, como reunir a personajes de la vida política y cultural de Colima para actuar en los videos, y como el echar a andar una nueva y numerosa compañía de teatro para la entidad, que no es cosa menor, pero por el momento, esta obra se quedó muy corta respecto a las expectativas que se tenían, dada la reconocida calidad, como actores, de los directores.

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Corriendo sin balón: La evolución del futbol


Hubo un tiempo en que los árbitros vestían de negro, y se hacían acompañar por dos auxiliares, uno con bandera roja y otro con una amarilla —también sobriamente ataviados— que eran conocidos formalmente como “abanderados”. Hubo un tiempo en que los partidos de futbol profesional se jugaban con solo 3 balones en la cancha: al momento del volado, los capitanes de los equipos hacían dos tres dominadas a las pelotas y se decidían por la que, a su criterio, estuviera mejor inflada, y las otras dos esféricas se ponían al centro de la cancha (por fuera, claro); cuando un pelotazo se iba a la tribuna, había que esperar a que el público la regresara, y el tiempo muerto del juego se alargaba desesperantemente. Ahora que lo pienso, en toda mi infancia solo puedo recordar un partido en el que se tuvo que echar mano a uno de los balones extras, aunque el motivo para esto (¿ponchadura, abollamiento, agandalle?) es nebuloso.

Con los años, las reglas, protocolos, vestires y mecanismos del juego y sus alrededores han cambiado. El árbitro ahora anda menos lúgubre y más visible, y sus auxiliares llevan banderas bicolores. Hay una suficiente cantidad de pelotas en el perímetro de la cancha, y los puestos para ser recogebolas en un torneo internacional son motivo de concursos, sorteos y ventas al mejor postor. Ahora los porteros pueden caminar con el balón tomado, aunque con límite de tiempo, y el defensa puede entregarle un balón a su arquero solamente con la cabeza, al contrario de los viejos tiempos, donde un pase de pie podía ser agarrado con las manos.

Este año una novedad en los protocolos me llamó la atención: el uso de pintura por parte de los árbitros para marcar tanto el punto donde se ha de acomodar el balón en un tiro libre como la altura a la que se debe colocar la barrera. Con esta medida, se busca, por un lado, luchar contra la marrullería de algunos jugadores (y la consiguiente pérdida de tiempo y desgaste de los actores) que se pasan de listos a la hora del tiro libre y avanzan como quien no quiere la cosa hacia el tirador. Así, con la raya literalmente pintada, se cierra la puerta a la subjetividad a la hora de castigar este comportamiento: el jugador se brincó la línea, ahí le va su amonestación. Por otro lado, lo hemos visto, la medida tiene también un sentido comercial: el “pintar su raya” se ha convertido en el eslogan de una compañía de pinturas, que es patrocinadora en grande del torneo de futbol. Como quiera que sea, lo de la línea blanca sobre el pasto para señalar estos puntos me parece una idea muy positiva, que bien podría ser imitada también en otros circuitos futboleros del mundo.

Lo que me pregunto ahora es qué tanto faltará para que, poco a poco, se comience a introducir el uso de la tecnología audiovisual para sancionar los partidos. Cuándo pasará como en el futbol americano, donde al haber una jugada dudosa un equipo puede reclamar y pedir una revisión en cámara lenta por parte de los oficiales. Aunque ha habido algunos esbozos de propuesta al respecto, la postura de la FIFA siempre ha sido en sentido negativo, como lo fue a otras propuestas emanadas de Estados Unidos: agrandar la portería para que haya más goles, e introducir los tiempos fuera para ir a cortes comerciales en la transmisión televisiva.

Hasta ahora, pues, el uso de la cámara Phantom y similares para tomar decisiones arbitrales está fuera de la jugada, pero indudablemente llegará el momento en que se introduzca esta modalidad como uno más de los protocolos del fut. Representará una importante revolución en el juego, eso sí, y, por ejemplo, obligará a los árbitros a tener una mejor preparación y a ser mucho más cuidadosos a la hora de usar su silbato en la cancha, además de que modificará el concepto que se tiene de los silbantes en cuanto a su infalibilidad y su asertividad sobre la cancha. Habrá muchos cambios aparejados con la validación tecnológica del futbol, y se tendrán que hacer consideraciones de variada índole para la implementación de estas técnicas.

Ya será. Por ahora no, pero ya será. El futbol, la historia lo ha demostrado, también tiene que seguir evolucionando: en tanto invención humana, está destinado a todo, menos a la estática.

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jueves, 15 de octubre de 2009

Jueves 15/oct/09: Space clown / Teatro


I: Buenos días
La cámara nos muestra todo el proceso desde que el helicóptero va siguiendo la cápsula que desciende colgada del vistoso paracaídas rojiblanco hasta que los astronautas son extraídos de la misma y son acomodados en sillas reclinables y cubiertos con gruesas mantas. Mientras los doctores revisan sus signos vitales, los recién vueltos del espacio están callados, tranquilos, casi tristes, se diría. El comandante Gennady Ivanovich Padalka se mira particularmente retraído. Ha sido su tercer viaje al espacio, para completar una marca de 585 días viviendo fuera del planeta que, unidos a sus 1500 horas de vuelo como piloto de la Fuerza Aérea Rusa, y sus más de 300 saltos en paracaídas, lo hacen un hombre al que la Tierra parece sacarle ronchas: él es un hombre de los aires. Padalka no levanta la mirada; deja que los médicos lo manoseen y mantiene los ojos hacia el piso, regresar no debe ser cosa fácil. Unos metros más allá, hay una escena peculiar: uno de los astronautas sonríe muy cansadamente mientras lo auscultan. Por encima de la sonrisa hay una nariz de payaso. Se trata, precisamente, del primer payaso en el espacio: Guy Laliberté. Las palabras misteriosas de hoy son:

II: Honk honk
Guy Laliberté tiene el dinero que le da el ser presidente ejecutivo del Cirque du Soleil (y jugador profesional de poker con jugosas ganancias), así que 35 millones de dólares por ir de turista espacial no le pesaron nada. Al contrario, en las entrevistas transmitidas desde la Estación Espacial Internacional aseguró que bien valía el precio por los casi 11 días de ingravidez que pasó orbitando el planeta. Ya que estaba allá, aprovechó para quesque darle un sentido social a su vuelo espacial, y organizó un evento copiado al Live Earth de Al Gore, según esto con el propósito de crear conciencia sobre lo valioso del agua. Sus críticos lo acusan de oportunista, y poco se puede decir para defenderlo si se mira la transmisión completa del evento: un numerito en el que participan lo mismo Al Gore que Bono y Shakira tiene que ser tomado con las reservas del caso.

Lo relevante del asunto es que por primera vez hubo en el espacio un ser humano con formación netamente artística. Es una vista muy peculiar la de Guy Laliberté flotando alrededor de la estación con su nariz de payaso puesta todo el tiempo, contrastando con la sequedad y el rigor de los científicos habilitados en astronautas (o viceversa). Seguramente esa semana y media en el espacio fue un bálsamo para los residentes de ese lejano establecimiento humano.

En su momento me he vestido y maquillado de payaso y he entretenido niños (hay fotos que lo prueban, qué tiempos aquellos), así que de algún modo me da gusto por el gremio (al que no pertenezco formalmente, aclaro), pues, como hace unos meses dijo Richard Branson al anunciar Virgle en entrevista con Craig Ferguson (Columna Lítica 367: 26/sep/09 - video en el blog), en la colonización del espacio exterior los artistas jugaremos un papel muy importante. Ahí vamos.

III: Mientras tanto, en el planeta Tierra: Teatro
Volviendo a los asuntos terrenales, acá en el pueblo hay mucho movimiento artístico en estos días. Hablando de payasos, precisamente, los integrantes del colectivo La Tarantella están arrancando temporada en el Foro Pablo Silva García, con varios espectáculos. Por lo pronto, este fin de semana se presentan, el viernes, La romancela (20:30 hrs), y el domingo Hechos pelotas (12:00 del día); se anuncian para finales de mes otros dos, incluyendo Chicle, bombón y paleta, concierto de rock para niños.

Por otra parte, la compañía Cuatro Milpas presenta esta noche, en el Teatro Hidalgo, Cuando digo mar, con textos poéticos de Víctor Cárdenas bajo la dirección de Janet Pinela. Esta obra se ha presentado anteriormente con mucho éxito en Casa de la Cultura, y en esta ocasión forma parte del programa del Festival Alfonso Michel. La cita es a las 8:30 de la noche, hoy, en el Hidalgo; la entrada es libre, por si gustan.

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lunes, 12 de octubre de 2009

Sábado 10/oct/09: La NASA y la Luna


I: Buenos días
Cuando Neil Armstrong y Edwin Aldrin se retiraron de la Luna, después de una estancia de 21 horas y media, dejaron una placa en la que se leía, en inglés: “Aquí, hombres del planeta Tierra por primera vez pusieron pie en la Luna, en julio de 1969, dC. Vinimos en son de paz, en nombre de toda la humanidad”. Cuarenta años duró la tregua con la Luna: ayer en la madrugada de estos lares, sobre la Luna estaba cayendo el primer bombardeo terrícola: la NASA decidió impactar intencionalmente un cohete primero, y un satélite que le siguió cuatro minutos después, para realizar la primera exploración mineral selenita en bruto. Cómo se van a reír de nosotros en el futuro, cuando se refinen los métodos y revisen lo bárbaros que éramos ahora. Las palabras misteriosas de hoy son: en la luna.

II: “Pisando sueños / violando lunas / no tienen tiempo de responder
En el episodio 367 de la Columna Lítica (26/sep/09) comentamos la “novedad” soltada por la NASA respecto a la posibilidad de la existencia de agua tanto en la Luna como en Marte. Evidentemente, para la agencia espacial norteamericana esta era noticia vieja: para ese entonces, ya estaba en el espacio el Satélite de Detección y Observación de Cráteres Lunares (LCROSS, por sus siglas en inglés) haciendo órbitas elípticas de 37 días, agarrando vuelo para impactarse contra la luna a una velocidad de 10,000 kilómetros por hora. La intención: levantar una pluma de polvo y cascajo que sería analizada tanto por el satélite del segundo impacto como por telescopios varios, buscando obtener datos más precisos sobre la composición del suelo lunar, y en particular, buscando hielo.

Después de casi cuatro décadas de abandono, a los Estados Unidos les ha vuelto el interés por la Luna. Hasta ahora, todo está anunciado como iniciativas gubernamentales (a través de la NASA), pero es indudable que a quien más interesan los resultados de estas misiones es a la iniciativa privada, a las corporaciones verdaderamente grandes, las que van a sobrevivir para la eventual migración al espacio, o mejor aún, las que lo van a facilitar. Con la inminente comercialización de los viajes espaciales (related search: Virgin Galactic), se abre para la industria pesada un (literalmente) universo de posibilidades. La tecnología, cuarenta años después, va a facilitar (relativamente) la colonización espacial, y yo tengo fe en que, al menos lo que es a mi, todavía me toque viajar al espacio como turista antes de ser demasiado viejo para ser aceptado como tal.

La cosa es que esa comercialización y ese revivido interés no traen aparejadas las consideraciones éticas. Bombardear la Luna intencionalmente puede ser defendido como una necesidad científica, pero conlleva también algunos cuestionamientos sobre el derecho a hacer tal cosa; desde la ética de la ciencia hasta el fantasma del imperialismo espacial, el asunto tiene sus aristas toscas. Pero qué le vamos a hacer, estamos en la prehistoria de la exploración espacial, fue en este punto del espacio-tiempo que nos tocó vivir.

III: Compre su terreno, bara bara.

En 1980, un tal Dennis Hope inició el negocio de su vida: vender terrenos en la Luna. Habiéndole encontrado —según él— un agujero legal al Tratado del Espacio Exterior, de la ONU (que prohíbe a las naciones poseer cuerpos celestes, pero no se lo prohíbe explícitamente a los individuos). Fue a una oficina de registros y patentes, y se anotó como dueño de la Luna, pues a nadie se le había ocurrido antes registrarla como suya. Aunque ningún país ni organización internacional reconoce la validez de su “toma de posesión”, hoy en día Hope es millonario y asegura que diariamente vende 1500 terrenos lunares de un acre (4,046 m2), a 20 dólares la parcelita. Por si gustan.

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sábado, 10 de octubre de 2009

Corriendo sin balón: los grandes errores



La semana pasada que mencioné el autogol que se aventó Darío Verón contra la portería de Bernal (en el Pumas-Cruz Azul, en la jornada 2) me quedé pensando en esos grandes errores que definen un partido, una temporada (como es el caso) y, en ocasiones, hasta una carrera (que esperemos no sea el caso). Aunque en el futbol soccer los autogoles no son tan raros, creo que no puedo recordar una ocasión en que un jugador haya perdido la cabeza y la dirección de tal modo que confunda su portería con la contraria y dispare de manera deliberada (aunque sí hay casos, por ejemplo, de porteros a los que el despeje de manos les sale tan mal, que el balón termina en su propia portería, por increíble que parezca). Sin embargo, haciendo memoria, y cambiando de canchas, me acordé de un par de deportistas que en su momento se convirtieron en leyendas por perder completamente la dirección del partido y jugar, sin darse cuenta, contra su propio equipo.

En el futbol americano hay dos jugadores que son recordados por haber perpetrado jugadas maravillosas por lo absurdas que resultan, analizadas ya en frío y con la perspectiva histórica. Siendo éste un deporte de contacto, suele ocurrir que los jugadores se den encontronazos tan duros, que terminan aturdidos después de la acometida, y les cuesta algunos segundos recuperar la compostura y la forma humana; sin embargo, a veces esos segundos no son permitidos por la misma dinámica del juego, y hay quienes pierden completamente el sentido de la orientación, con resultados desastrosos, y divertidísimos.

En el día de año nuevo de 1929 se jugaba el Tazón de las Rosas (Rose Bowl) entre los Amarillos del Tecnológico de Georgia y los Osos de la Universidad de California en Berkeley. Sería un oso, precisamente, el que cometería el oso que convirtió a este partido en un juego histórico. Hacia la mitad del segundo cuarto, Roy Riegels, que jugaba al centro, en la defensa californiana, recibió un fuerte golpe que lo hizo girar 180 grados sobre su propio eje, y de pronto se encontró con un balón suelto frente a él. Sin pensarlo, tomó el balón y comenzó a correr hacia las diagonales (en ese entonces todavía había diagonales en la zona de anotación), pero sin darse cuenta de que corría hacia las propias, no hacia las rivales.

Graham McNamee, un comentarista radiofónico que transmitía en vivo, comenzó a gritar “¿Qué estoy viendo? ¿Qué me está pasando? ¿Estoy loco? ¿Estoy loco? ¿Estoy loco?”, el público tampoco lo podía creer. Benny Lom, compañero de Riegels, comenzó a correr tras él, gritándole que se detuviera, pero el aturdido defensivo parecía imparable. Finalmente, en la yarda 3 de su propio terreno (después de correr 65 yardas en la dirección equivocada), Lom logró detenerlo e intentó guiarlo hacia el otro lado del campo, solo para ser tacleados de vuelta a la yarda 1 de su propio terreno por una oleada de amarillos que tampoco daban crédito a sus ojos, pero que estaban felices. Acorralados en la primera yarda de su propio terreno, los Osos quisieron despejar, pero el balón fue bloqueado y la jugada terminó en un safety que le dio 2 puntos a Georgia, puntos que resultarían definitorios en el marcador final de 8-7 con que se impusieron sobre la UCB. Irónicamente, el título de Mejor Jugador del Partido le fue otorgado, de manera retroactiva (en 1953), a Benny Lom.

El ridículo cayó sobre Riegels, que sería, por muchos años, el portador del dudoso honor de ser considerado como el jugador que había cometido el más grande error en la historia de ese deporte. En 1964, sin embargo, su oso sería superado por Jim Marshall, que con los Vikingos de Minnesota, jugando contra los 49es de San Francisco, recuperó un balón suelto y corrió 66 yardas hasta su propia zona de anotación, provocando un safety cuando el ovoide salió de la cancha al celebrar él su “hazaña”. Por fortuna para Marshall, esos dos puntos para San Francisco no fueron mortales, pues el juego terminó 27-22 para los Vikingos, en parte gracias a otro balón suelto provocado, precisamente por Jim Marshall.

Marshall cuenta que recibió una carta de Roy Riegels después del incidente. La carta decía “Bienvenido al club”.

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martes, 6 de octubre de 2009

Jueves 1/oct/09: Escandalitos republicanos (y un demócrata)



I: Buenos días
Lo que tienen en común las seis historias es que en todos los casos se trataba de políticos que pregonaban los valores familiares y a quienes se tenía en muy alta estima en los círculos conservadores norteamericanos. Lo que tienen en común cinco de esas seis historias es que se trataba de figuras del Partido Republicano. Hoy es día de descansar y solazarse con algunas historias lejanas de poco pudor y mucha liviandad, digamos, de jugar al Windowing de la política gringa, nomás porque se puede. Las palabras misteriosas de hoy son: sexo, política, lengua, taco.

II: Corre video
El senador Larry Craig fue detenido cuando trataba de concertar una cita sexual veloz entre avión y avión con su vecino de cabina en los baños públicos de un aeropuerto, vecino que resultó ser policía. Craig tenía fama de promover los valores familiares tradicionales, y en su haber legislativo contaba acciones contra los derechos de las parejas del mismo sexo. Fue arrestado, fichado, y liberado bajo fianza. Luego él dio una conferencia con su esposa para asegurar que no era homosexual. Insistió mucho.

Un día, faltando tres para el Día del Padre, el gobernador Mark Sanford salió de su oficina sin escolta, y por una semana, no se supo más de él. Cuando reapareció, una periodista le sacó que había estado en Buenos Aires, y un anónimo reveló que la había pasado con su amante de ya varios años y romantiquísimo amor ideal vía email. La esposa lo dejó y se llevó a los cuatro hijos. Siendo congresista, Sanford había votado por la impugnación de Clinton por el escándalo Lewinsky, diciendo que el comportamiento del presidente había sido “reprochable”.

Para su suerte, había sido fallida la propuesta de ley que el representante estatal (digamos diputado local) Bob Allen había apoyado para endurecer las leyes que castigarían a los que atentaban contra la moral en Florida al tener relaciones inapropiadas en los parques públicos. Cuando lo detuvieron por ofrecer 20 dólares al que creyó sexoservidor en un parque —y que era en realidad un policía encubierto— Allen se asustó, pero respiró profundo porque sabía que no iría a la cárcel, nomás sería la quemada. Nomás.

El pastor Ted Haggard era la figura más influyente de la Iglesia Evangélica en Estados Unidos. Era consejero espiritual del presidente Bush, y todas las puertas se abrían a su paso. Un día, su amante de 2 años, un sexoservidor que además le proveía metaanfetaminas, lo sacó del clóset, harto —dijo— de ver que su compañero de acrobacias tenía una doble vida, pues en lo público cabildeaba para reducir los derechos a las parejas homosexuales, mientras en su cama era otro. Haggard tuvo que renunciar a todo. Bush ahora dice que nomás le llamaba de vez en cuando por teléfono, que en realidad ni eran tan amigos.

El representante californiano Michael Duvall no se dio cuenta de que tenía el micrófono abierto, ni de que lo estaba grabando la televisora local. Él, entradísimo, seguía platicándole a su compañero de al lado sus hazañas seductoras en torno a dos mujeres (ninguna su esposa), una de las cuales era cabildera para una compañía de energía. Cuando fue transmitido el video y el público se enteró de los affaires en el florido lenguaje y la gráfica vocación de narrador de Duvall, a éste no le quedó de otra que dejar su escaño.

III: Crossdressing
Era un día antes de las elecciones, de su reelección. El alcalde de East Cleveland, Eric J. Brewer, hacía una vela doble: la de sus armas, en el sentido figurado, por la contienda electoral, y la de su padre, en sentido literal, fallecido la noche anterior. En esas estaba cuando una televisora dio a conocer unas fotos —supuestamente robadas de su computadora personal cuando la envió a reparaciones— en las que se apreciaba un individuo muy, pero muy parecido a él, maquillado, vestido con (y sin) ropa interior de mujer, en poses sugerentes. El alcalde salió a criticar lo que acusó de guerra sucia por parte de su oponente, y pronunció lo que en inglés se conoce como una declaración de “non-denial denial”; es decir, no estoy negando lo que no niego, pero niego negar eso innegable, y mientras los hago bolas con dialéctica. Eric J. Brewer es demócrata. Los republicanos están de fiesta: Brewer perdió la elección por un margen de casi 2 a 1.

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Martes 29/sep/09: Honduras


I: Buenos días
Y entonces, el gobierno golpista de Honduras mandó arriar la bandera mexicana, y retirar de la fachada de la embajada el escudo nacional. Asimismo, ordenó que los diplomáticos mexicanos entreguen las placas de sus vehículos, sus carnets de identificación, y los formularios que les permiten importar algunos productos sin tener que pagar impuestos (aquello de la “valija diplomática”). Mientras, las fotos muestran a un grupo de soldados borrando, a brochazos negros, las pintas de apoyo al presidente constitucional Zelaya con que los manifestantes han decorado el perímetro de la embajada brasileña, donde el mandatario depuesto se encuentra asilado (y aislado) desde hace varios días, sufriendo el hostigamiento de los golpistas, que incluso hicieron público un ultimátum a Brasilia (que fue desestimado por Lula) para que en un lapso de diez días “definan la situación” (o sea “entreguen”) del que legalmente debería seguir siendo presidente de Honduras. Las palabras misteriosas de hoy son: golpes, teatro, música.

II: Pero los dinosaurios
Acá en Colima tuvimos una manifestación reciente respecto al complejo tema de Honduras, justo en el Teatro Hidalgo. El lunes por la noche se presentó la compañía de teatro La Fragua, compuesta por artistas hondureños, quienes presentaron un programa con obras cortas de Harold Pinter enlazadas con fragmentos de su discurso al recibir el Premio Nobel de Literatura. Al final de la representación (compuesta por piezas de contenido crítico en cuanto a la política y la cultura), los integrantes del grupo agradecieron al público y a quienes hicieron posible su función en Colima, y dedicaron la función a Honduras, que en estos días está viviendo el absurdo de un golpe gorilesco en pleno siglo XXI.

A cada día que pasa, desde el 28 de junio pasado, que el presidente Zelaya fue secuestrado y expulsado del pais, la cosa se pone peor, pues la urgencia inicial de todas las organizaciones internacionales ha dado paso a una mezcla de indolencia e indiferencia ante las barbaridades que el gobierno golpista va cometiendo: desde poner tanques atravesados en la pista del aeropuerto nacional, para evitar que aterrizara el presidente, hasta expulsar de palabra (no de obra) a los diplomáticos de Argentina y Venezuela, así como reprimir demostraciones públicas de apoyo al presidente constitucional, suspender garantías individuales, y ordenar el cierre de medios de comunicación críticos. No era para menos la manifestación de los artistas hondureños hace un par de noches acá en Colima después de su función, sobre todo después de presentar teatro de Pinter.

Hablando de teatro latinoamericano, mañana miércoles, como parte del programa permanente Noches de Café, de la Secretaría de Cultura, se presentará la obra Alasestatuas, con la compañía Teatro La Cueva, que viene muy bien recomendada desde Sucre, Bolivia. La cita es a las 8:30 de la noche, y la entrada es libre, en Casa de la Cultura, por si gustan.

III: Ya que estamos con invitaciones

Para los músicos jóvenes locales hay una convocatoria muy interesante en estos días: Una rola por la democracia, el concurso de composición que cada año organiza el IFE, está recibiendo propuestas. He participado como jurado de este concurso desde hace un par de años, y me consta que, aunque la organización local es impecable, por alguna extraña razón son muy pocos los músicos locales que le entran al reto de componer una canción que hable sobre los valores inherentes a la democracia. Esto es una lástima, porque la convocatoria es muy simple, y los premios interesantes ($30,000 al primer lugar de cada categoría), además de que puede participar cualquier género musical, siempre y cuando los compositores e intérpretes anden entre los 13 y los 25 años. La fecha límite para inscribir canciones es el 19 de octubre, y la convocatoria completa la encuentran en http://www.ife.org.mx/. Vale la pena, colegas músicos, lléguenle.

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