Richard Branson, en entrevista con Craig Ferguson, anuncia Virgle
I: Buenos días
El año pasado, como parte de su tradición de hacer bromas el 1º de abril (April’s Fools Day, en Estados Unidos), Google dio a conocer el Proyecto Virgle, presentado conjuntamente por Virgin Group y Google. Se trataba, según esto, de una iniciativa para comenzar la colonización de Marte. La cosa no sonaba tan descabellada, si consideramos que Virgin comenzará este año a volar comercialmente al espacio, y que Google es un gigante que no va a conocer muchos límites en los años por venir, así hubo quien se la tomó en serio. El objetivo inicial, decían, era elegir a 12 personas que estuvieran dispuestas a realizar un viaje sin regreso al planeta rojo, con la intención de convertirse en los pioneros de la migración espacial y de fundar Virgle City, capital de Marte, que para el año 2108 tendría una población de 103, 521 colonos, entre terrícolas y marcianos nativos. Muchos sí se fueron con la finta, pero todo era una broma. O eso parece. Las palabras misteriosas de hoy son: la colonización espacial.
II: Sci-Fi
Isaac Asimov escribió (entre sus 515 libros) tres series de novelas (Robots, Imperio, y Fundación) en las que cubrió 20 milenios de historia humana hacia el futuro, a través de 1 millón y medio de palabras repartidas en 15 libros. El universo creado para esta monumental obra le dio amplio espacio para hacer reflexiones de todo tipo, con el telón de fondo de la ciencia ficción. En estas novelas se plantean cuestiones filosóficas, morales, estéticas y se proponen un cúmulo de reflexiones que llevan al lector a tener una mejor perspectiva del mundo contemporáneo y a poner una mayor atención a los sutiles cambios que experimentamos día con día ante los avances de la tecnología y su influencia en el comportamiento humano. El “vernos” en el futuro a través de la imaginación de Asimov es un ejercicio no de evasión, sino de anticipación a lo que vamos a llegar a ser como civilización en un momento dado, y de previsión respecto a dónde nos dirigimos.
Según el universo asimoviano, en el año 2064 se fundaría la primera colonia humana en otro planeta, en la estrella Tau Ceti (a 12 años luz de aquí), y de ahí en adelante la especie se esparciría por el resto de la galaxia, llegando incluso en algún momento a perderse la información sobre el planeta de origen del Homo sapiens.
III: Compre su vuelo, bara bara
La imaginación de Asimov no estaba muy desconectada de la realidad de los avances tecnológicos que vamos viviendo. No es exagerado pensar que, incluso mucho antes de la séptima década de este siglo, comencemos la migración. Dejar el planeta Tierra será inevitable (y necesario) en algún momento de los años por venir, y poco a poco los humanos nos iremos esparciendo por otros planetas, asteroides, satélites, o estaciones espaciales dentro y fuera del Sistema Solar. La noticia, dada a conocer esta semana, de que se han descubierto depósitos de agua en la luna (y la confirmación de otros, cuantiosos, en Marte), propone un panorama muy interesante en términos de recursos naturales extraterrestres, pues eventualmente podría resolver el principal problema al que se enfrentarán los primeros colonos marcianos y/o lunares: la sobrevivencia por hidratación.
Sin embargo, a diferencia de lo que ocurrió durante la exploración espacial que se realizó en la segunda mitad del siglo XX (cuando los gobiernos patrocinaban las misiones), las iniciativas del siglo XXI (y subsecuentes) serán de las corporaciones privadas, y no estaremos tan lejos de lo que predecía Chuck Palaniuk en su novela Fight Club: el Planeta Starbucks y la Galaxia Microsoft. Con la entrada, por la puerta grande, de las corporaciones a la colonización del espacio (el vuelo de Virgin Galactic se puede reservar ya a través de cinco agencias en México, y cuesta 200 mil dólares por mono), se impone volver la mirada a Asimov, que aún desde la ficción, dejó directrices importantes en lo ético, que tendremos que considerar para mantener aquello que nos hace humanos, aún en las condiciones de tecnologización cabalgante que se vienen, y que nos pondrán a prueba en las décadas por venir.
Estamos en la red, con la versión en hipertexto de la Columna Lítica: ErnestoCortes.blogspot.com. Los leo: Ernesto@CuerdaCueroyCanto.com
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