Conciencia

miércoles, 30 de setiembre de 2009

Corriendo sin balón: Pataratismos / Ay, los Pumas


Sé de la frustración que se siente cuando un balón le pasa a uno velozmente frente a las piernas y, por lo sorpresivo del rebote que lo llevó ahí, o porque la inercia de la jugada te jala para otro lado, uno no atina a meter el pie definitorio que convierta al vulgar balón en gol, aún teniendo la portería abierta y magnífica enfrente. A todos los que hemos correteado una pelota nos ha pasado alguna vez eso de quedarnos alelados viendo cómo la esférica se pasea impune ante nuestras narices sin que podamos hacer mucho por ella, sea por estupor, reacción retardada, o simple atarantamiento, que rápido pasa, pero cómo atormenta.

Lo que no me imagino es qué se sentirá cuando sucede y ese gol que pudo ser se hubiera convertido en el de una victoria grandemente necesitada por el equipo. Pensé en esto viendo este domingo el partido de los Pumas contra las Chivas, donde, a pesar de la superioridad numérica, la futbolística no se pudo hacer notar en el marcador, y los Pumas se cansaron de fallar en su constante asedio al marco rayado. Hubo una jugada en particular, al minuto 77, en que Dante López nada más vio cómo el balón pasaba frente a él, sin que pudiera hacer mayor cosa, cuando lo único que faltaba era que lo punteara hacia la portería, distante menos de un metro de su humanidad. La cara de Dante, cuando el balón abandona la cancha y él se abraza al poste, lo dice todo.

Como pocas veces (bueno, es un decir), los aficionados pumas estamos de bajada con las actuaciones de nuestro equipo. Después de la satisfacción del campeonato en el torneo pasado, nos resulta inconcebible lo que ha sucedido en estas 10 jornadas. Lo que al principio parecía un mal paso del que se podían recuperar se ha convertido en la constante de este torneo que no parece que vaya a mejorar. Aquel autogol de cabeza que Verón le regaló al Cruz Azul (cuando todavía no la veíamos tan perdida) fue el augurio de lo que se venía. Entre errores cruciales, mal juego, falta de contundencia en la última jugada, y su dosis de mala fortuna, los Pumas solo han empeorado, y el Tuca parece resignado a que la liguilla de plano ya se escapó. Ya qué.

En el Grupo 3, Pumas es el sotanero, con apenas un partido ganado de 10 disputados (contra el Querétaro, así quién no) y dos empatados. Tiene un balance de -10 en la comparación de goles anotados y recibidos, y en la tabla general ocupa la posición 16 (de 18), compartiendo, con los Gallos Blancos, el triste honor de ser los equipos que más partidos han perdido en lo que va del torneo: 7. Los 5 puntos de los Pumas, contra los 24 que lleva el Toluca, nos dan una clara idea del desastre.

Por eso digo que no imagino la carga que debe llevar el fallar un gol a un paso de la portería de la manera en que lo hizo Dante López. Uno falla un tirito de ésos acá en el llano y no pasa de que los compañeros de equipo echen carrilla, pero cuando se juega como profesión, un chistecito así conlleva pérdidas monetarias significativas, además de tristeza para miles, o millones de aficionados que vemos una vez más que los Pumas se quedan en el ya merito. Ni modo, será cuestión de hacer votos para el siguiente torneo.

sábado, 26 de setiembre de 2009

Sábado 26/sep/09: Virgle / La colonización del espacio exterior

Richard Branson, en entrevista con Craig Ferguson, anuncia Virgle




I: Buenos días
El año pasado, como parte de su tradición de hacer bromas el 1º de abril (April’s Fools Day, en Estados Unidos), Google dio a conocer el Proyecto Virgle, presentado conjuntamente por Virgin Group y Google. Se trataba, según esto, de una iniciativa para comenzar la colonización de Marte. La cosa no sonaba tan descabellada, si consideramos que Virgin comenzará este año a volar comercialmente al espacio, y que Google es un gigante que no va a conocer muchos límites en los años por venir, así hubo quien se la tomó en serio. El objetivo inicial, decían, era elegir a 12 personas que estuvieran dispuestas a realizar un viaje sin regreso al planeta rojo, con la intención de convertirse en los pioneros de la migración espacial y de fundar Virgle City, capital de Marte, que para el año 2108 tendría una población de 103, 521 colonos, entre terrícolas y marcianos nativos. Muchos sí se fueron con la finta, pero todo era una broma. O eso parece. Las palabras misteriosas de hoy son: la colonización espacial.

II: Sci-Fi
Isaac Asimov escribió (entre sus 515 libros) tres series de novelas (Robots, Imperio, y Fundación) en las que cubrió 20 milenios de historia humana hacia el futuro, a través de 1 millón y medio de palabras repartidas en 15 libros. El universo creado para esta monumental obra le dio amplio espacio para hacer reflexiones de todo tipo, con el telón de fondo de la ciencia ficción. En estas novelas se plantean cuestiones filosóficas, morales, estéticas y se proponen un cúmulo de reflexiones que llevan al lector a tener una mejor perspectiva del mundo contemporáneo y a poner una mayor atención a los sutiles cambios que experimentamos día con día ante los avances de la tecnología y su influencia en el comportamiento humano. El “vernos” en el futuro a través de la imaginación de Asimov es un ejercicio no de evasión, sino de anticipación a lo que vamos a llegar a ser como civilización en un momento dado, y de previsión respecto a dónde nos dirigimos.

Según el universo asimoviano, en el año 2064 se fundaría la primera colonia humana en otro planeta, en la estrella Tau Ceti (a 12 años luz de aquí), y de ahí en adelante la especie se esparciría por el resto de la galaxia, llegando incluso en algún momento a perderse la información sobre el planeta de origen del Homo sapiens.

III: Compre su vuelo, bara bara
La imaginación de Asimov no estaba muy desconectada de la realidad de los avances tecnológicos que vamos viviendo. No es exagerado pensar que, incluso mucho antes de la séptima década de este siglo, comencemos la migración. Dejar el planeta Tierra será inevitable (y necesario) en algún momento de los años por venir, y poco a poco los humanos nos iremos esparciendo por otros planetas, asteroides, satélites, o estaciones espaciales dentro y fuera del Sistema Solar. La noticia, dada a conocer esta semana, de que se han descubierto depósitos de agua en la luna (y la confirmación de otros, cuantiosos, en Marte), propone un panorama muy interesante en términos de recursos naturales extraterrestres, pues eventualmente podría resolver el principal problema al que se enfrentarán los primeros colonos marcianos y/o lunares: la sobrevivencia por hidratación.

Sin embargo, a diferencia de lo que ocurrió durante la exploración espacial que se realizó en la segunda mitad del siglo XX (cuando los gobiernos patrocinaban las misiones), las iniciativas del siglo XXI (y subsecuentes) serán de las corporaciones privadas, y no estaremos tan lejos de lo que predecía Chuck Palaniuk en su novela Fight Club: el Planeta Starbucks y la Galaxia Microsoft. Con la entrada, por la puerta grande, de las corporaciones a la colonización del espacio (el vuelo de Virgin Galactic se puede reservar ya a través de cinco agencias en México, y cuesta 200 mil dólares por mono), se impone volver la mirada a Asimov, que aún desde la ficción, dejó directrices importantes en lo ético, que tendremos que considerar para mantener aquello que nos hace humanos, aún en las condiciones de tecnologización cabalgante que se vienen, y que nos pondrán a prueba en las décadas por venir.

Estamos en la red, con la versión en hipertexto de la Columna Lítica: ErnestoCortes.blogspot.com. Los leo: Ernesto@CuerdaCueroyCanto.com

viernes, 25 de setiembre de 2009

Corriendo sin balón: Haile Gebrselassie


Hace dos años, el atletismo mexicano pasó una de sus mayores vergüenzas históricas cuando un corredor nacional se inscribió en el Maratón de Berlín y lo ganó, en la categoría M55, solo para que al día siguiente se descubriera que en realidad había hecho trampa, tomando un atajo que le ahorró 15 kilómetros de competencia. Ese corredor era Roberto Madrazo Pintado, ex candidato presidencial del PRI.

Para los mexicanos, la edición 2007 de ése que se considera el maratón más rápido del mundo es recordable solamente por el ridículo de Roberto Madrazo (y su posterior cinismo, que es otra historia). Sin embargo, para los alemanes, dejando un tanto de lado al pintoresco político mexicano, esa carrera es recordada porque fue la primera vez (y única, hasta hoy) en la historia que se corrió un maratón en menos de 2 horas y 4 minutos. El responsable de tal hazaña no fue otro que Haile Gebrselassie, etíope considerado hoy en día como el mejor corredor de medio fondo y fondo de todos los tiempos, ganador de todo lo que se puede ganar en este planeta en términos atléticos, y rompedor, en su momento, de todos los récords en prácticamente todas las competencias imaginables entre los 1500 metros y los 42.192 kilómetros, en pista olímpica, en pista techada, en carretera, a campo traviesa y en ruta urbana.

Cada año desde hace cuatro, cuando Haile Gebrselassie llega a la capital alemana para competir en el maratón, es recibido en el aeropuerto por Mark Milde, director del maratón de Berlín, y se le trata con toda la deferencia y amabilidad que corresponde a una figura mundial. Cuando Gebrselassie se planta sobre la línea de salida, se le otorga el lugar central en la primera fila de corredores, y sobre su pecho no luce un número de competencia, como la mayoría de los otros atletas, sino que lleva su nombre de pila impreso en un recuadro de papel encerado que sustituye al número, “Haile”. Junto a él, se les da lugar preferente en el arranque a cuatro o cinco corredores que en vez de número o nombre llevan la palabra “PACE” (por “pacemaker”) en el pecho; como no hay en el mundo una persona que pueda correr a la misma velocidad que Haile durante todo un maratón, se hace acompañar por “liebres”: corredores profesionales cuya chamba es aguantarle el paso durante 30, 35 km, a todo gas, para ayudarle a mantenerse concentrado en un ritmo que le permita aspirar al récord.

Es así como se logran los récords mundiales en las carreras de fondo, con liebres profesionales que le marcan al campeón un paso veloz durante tres cuartas partes de la competencia y luego se retiran, agotados por el esfuerzo sobrehumano que su labor representa. Así es como Haile ha impuesto y roto, en dos ocasiones ya, la marca mundial de los 42.192 km, con corredores contratados para acompañarlo 30 km y dejarlo encarrerado, literalmente, hacia un tiempo de récord. Los últimos 10 km los corre Haile en solitario, apoyado por el público berlinés que ya sabe que no se trata de ir a ver quién gana, sino de con cuánto tiempo va a ganar Gebrselassie. El suyo es uno de esos pocos casos en el deporte mundial; pertenece al mismo pequeño club del que son miembros atletas como Usain Bolt y Yelena Isinbayeva: se sabe de antemano que van a ganar la competencia, el chiste está en ver con qué marca lo logran, y si de paso establecen una nueva marca del orbe.

Ahora cerca del retiro, por la edad, Haile Gebrselassie es, además de un corredor de clase mundial, un activo empresario en su natal Etiopía. Es dueño de una de las pocas salas de cine del país, y tiene algunos otros negocios, además de que ha creado programas para apoyar a niños interesados en el atletismo de fondo. Haile es un tipo sencillo y amable, que aunque vive holgadamente y es lo que podría llamarse un hombre rico para los estándares etíopes, no pierde el piso y mantiene una humildad en el carácter que lo ha caracterizado dentro y fuera de las pistas. Un gesto que dice mucho de él es que siempre que corre con liebres, al final de la competencia hace que ellos lo acompañen a dar las vueltas triunfales, y a que reciban tantos aplausos como él.

Caballeros como Haile Gebrselassie hay pocos en el atletismo mundial contemporáneo. Hoy nos acordamos de él en esta columna porque acaba de ganar, el fin de semana, nuevamente el Maratón de Berlín. No impuso nuevo récord, pero se llevó de calle la competencia, y dio una alegría más a su país y a sus seguidores, que lo vemos consagrarse como un caso único en la historia de las carreras de fondo.

Este y otros artículos en: ErnestoCortes.blogspot.com. Los leo: ernesto@CuerdaCueroyCanto.com.

lunes, 21 de setiembre de 2009

El vuelo del colibrí: Craig Ferguson



Hace algunos tres años me topé en Youtube con un video que me llamó mucho la atención: un presentador anglófono de televisión, al que no conocía, con un acento trasatlántico decía “hey, ¿se enteraron de los rumores de que el presidente Bush está bebiendo de nuevo?”, y daba paso a un video graciosísimo de un discurso incoherente de Bush que, además, estaba ralentizado, de manera que parecía que verdaderamente el presidente norteamericano estaba ahogado de borracho, arrastrando la lengua y diciendo sandeces. Luego de la risa, me dio curiosidad quién sería el presentador, así que me puse a buscar y finalmente averigüé que en realidad se trataba de un comediante con un talk show nocturno: The late late show with Craig Ferguson, tan nocturno —como el nombre lo dice—, que era, en ese entonces, el más desconocido de los anfitriones de programas nocheros.


Pronto di con un sitio donde se transmitían sus monólogos, y poco a poco fui descubriendo el ingenio y el enorme talento de ese peculiar inmigrante escocés avecindado en CBS, y confinado a las 12:30 de la noche, con entrevistados de lista “D” (ya no digamos de lista “B”), sin banda musical, con apenas tres cámaras, sin patiño, en un estudio minúsculo mal iluminado, pero con una inteligencia superior para el humor y la improvisación, y con un estilo único en la televisión.


El objeto principal de su humor es, con frecuencia, él mismo; realiza monólogos vagamente scripteados, improvisando sobre la marcha, en los que mezcla noticias del día con anécdotas personales en las que él pocas veces es el héroe. Ferguson ha introducido nuevos elementos a la escena cómica televisada en EU. Desde el uso de títeres (que él mismo maneja), al “silencio incómodo” como argucia humorística, pasando por una inusual relación con su público (a menudo los pasa al frente para la apertura del programa), e incluso con la audiencia en casa a través de la cámara, a la que a menudo golpea para enfatizar algún chiste (ya rompió una vez una cámara en pleno programa, y se lo tuvo que aventar sin teleprompter). Además, debido a la hora de su programa, se permite una ambigüedad sexual y un tono pícaro con los que demuestra que, al contrario de lo que parece a primera impresión, en inglés sí se puede alburear, y finamente.


Craig Ferguson ahora es uno de los líderes menores en ratings de la televisión nocturna en Norteamérica, y se va convirtiendo en seria competencia para otros como Jimmy Kimmel o Conan O’Brien (él se presenta como “the Scottish Conan guy”, por cierto), e incluso ha arrasado en números con su rival directo (por el horario), Jimmy Fallon. Algunos lo ven como sucesor de David Letterman (cuyo programa va antes del suyo), y picando piedra se ha ido ganando un lugar en la comedia en inglés, trascendiendo las fronteras gracias a la red, y de hecho ganándose una importante audiencia internacional que lo sigue religiosamente vía Youtube.


El Late late show ha tenido episodios memorables, siendo uno de los más recordados el de la elegía al padre de Ferguson, que murió cuando el conductor llevaba apenas unos cuantos programas al aire. A raíz del sentido monólogo que Craig dedicó a su padre, fue nominado a un Emmy (que no ganó, por cierto). Otra ocasión muy recordada es cuando dedicó un programa completo a la historia de Sudáfrica y al obispo Desmond Tutu, a quien le hizo una extraordinaria entrevista, no solo divertida, sino inteligente y profunda. En las pasadas elecciones de EU, Ferguson se convirtió en un reconocido promotor del voto con un monólogo conocido como If you don’t vote you’re a moron, y se hizo uno de los más severos críticos de la dupla McCain-Palin, en particular de ésta última, quien por cierto apareció por primera vez en televisión nocturna nacional en este programa, mucho antes de ser candidata, cuando ella era invitada de lista “D”, precisamente. Otro monólogo que le dio reconocimiento a Ferguson fue uno en el que explicó que él nunca haría chistes de Britney Spears porque ella era una alcohólica y él mismo era uno en recuperación, por lo que expresó su empatía, y narró al público experiencias nada edificantes de su pasado toxicómano, con una honestidad que no se ve a menudo en la tele, y que le ganó el reconocimiento nacional.


Para los que vivimos fuera de Estados Unidos, el Late Late Show puede ser visto vía internet, por cortesía de una anónima admiradora newyorkina, que va por la red con el mote de Malinky, quien sube cada madrugada los programas completos de Ferguson a la red, y que tiene a la fecha miles de seguidores alrededor del mundo cuyo primer idioma no es el inglés, pero que ven (vemos, me incluyo) a Craig Ferguson como lo mejor que hay en la televisión de entretenimiento hoy en día.


The late late show with Craig Ferguson (que esta semana comenzó a transmitirse en HD) puede verse de lunes a viernes en Youtube.com/Malinky2Stoatir. Yo he dicho en otras ocasiones, en mi blog, que el de Craig Ferguson es un humor muy especial, solo para iniciados, pero que la iniciación es gratuita, así que.

miércoles, 16 de setiembre de 2009

Sábado 13/sep/09: Josmar Flores, el "secuestrador aéreo"




I: Buenos días
“¡Exijo que le den siete vueltas al aeropuerto del DF, tenemos que deshacer un maleficio!”, dicen que dijo el secuestrador. “Uy, pues fíjese que no se va a poder, porque el combustible no alcanza”, fue la respuesta del capitán, que no se inmutó y se tomó con toda seriedad lo que al final se revelaría como una mascarada que, más que glorificar a las fuerzas de la ley y el orden que tomaron el avión, puso en ridículo a las instituciones de seguridad en México, que supuestamente deberían ser las más avezadas en estos tiempos de guerra contra el crimen. Lo curioso del asunto es que todo haya sucedido justo el día en que se anunciaban nuevos impuestos y medidas absurdas como la desaparición de la Secretaría de Turismo (¿y el megaprograma ese de Vive México?). Curioso también es que les hayan dado todas las facilidades a los medios de comunicación para transmitir en vivo desde el lugar de los hechos. Lo chistoso empezó cuando, muy gallitos, los encapuchados subieron las escalerillas del avión a paso veloz y se quedaron atorados en la puerta; el absurdo alcanzó su punto pleno cuando el detenido confesó sonriente que las bombas “eran unas latas de Jumex que llené de tierra y les puse una lucecita”. Las palabras misteriosas de hoy son: de locos, fechas, profetas.

II: Hoy hace un buen día
Estoy dando clases de español a un grupo de holandes@s (y aprendiendo algo de holandés, ya encarrerados), y mis alumnas me cuentan que lo primero que pensaron cuando vieron la fecha 9-9-9 fue en matrimonio, de modo que les pareció increíble que a alguien la fecha se le hiciera buena para secuestrar un avión por revelación divina. Sucede que en Holanda a la gente le gustan este tipo de fechas de cifras coincidentes para casarse. Nada menos, el príncipe Willem Alexander se casó con la argentina Máxima Zorreguieta el 2-2-2, así que la idea de que a alguien se le ocurra una maldad como la del tal Josmar Flores nomás por el tipo de fecha, resulta absurda.

III: “El mar peligra por falta de alimentos”, dice.
Profetas ha habido en todos los tiempos y lugares de la civilización humana. En Colima también tenemos los nuestros, aunque por lo general no lleguen al gran público, dado que criterios editoriales en los medios (y el sentido común, claro) impiden que se difundan en masa los mensajes de los que ven el futuro. Hay por acá un personaje que cada tanto envía sus comunicados a todos los periódicos, intentando llamar la atención de las autoridades para ofrecer una solución (que no describe) a los problemas mundiales. Cito uno de sus comunicados de finales de 2007, respetando la ortografía y la sintaxis originales:

“Mr. Ban ki moon, presidente calderon, gobernador Silverio, presidente bush y al mundo en general, ofrezco que el campesino global levante gigantescas cosechas en todo el mundo y de paso acabar con el calentamiento global, plagas y epidemias apocalípticas, a cambio de 200 dólares por hectárea anuales a nivel mundial por un trabajo de 25 años”. Este personaje asegura que de la humanidad pasará por muchas tribulaciones de aquí al año 2019, “a menos que el mundo en general me de el trabajo que he estado solicitando desde el año de 1979, y si ese trabajo no me lo dan [habrá] muchos problemas de hambre agrícolas, económicos, ecológicos, geológicos y epidemiológicos”.

IV: Politilocos
Hay personas no del todo completas en sus facultades mentales que intervienen en la vida pública para causar hilaridad involuntaria. Aquí en Colima tuvimos en las pasadas elecciones al loquito que se autonombraba precandidato del PRI a la gubernatura y se decía amigo (por Facebook) de Salinas de Gortari y Vicente Fox. Hay otras que causan revuelo momentáneo y distracción salvadora para el gobierno, como el Josmar Flores y su secuestro por orden divina. Hay, sin embargo, otras que de la risa nos han llevado a la alarma, y que son la manifestación posmoderna de la pesada losa de surrealismo político que hemos cargado por tantos años: ahí tienen a Juanito.

Estamos en la red: ErnestoCortes.blogspot.com. Los leo: ernesto@CuerdaCueroyCanto.com.

sábado, 12 de setiembre de 2009

Corriendo sin balón: El juego del siglo

(Publicado originalmente en www.ColimaFutbol.com/)





Cuando, el día del padre celebrado en julio pasado, se transmitió íntegro en la televisión nacional el histórico partido Alemania – Italia del mundial de fútbol México ‘70, los que somos de una generación más para acá tuvimos la oportunidad única de apreciar cómo era el futbol de altura hace casi cuatro décadas. Sin duda alguna, fue una transmisión que nos dejó muchas enseñanzas, y que nos dio no pocas sorpresas en términos comunicativos para los que nuestro más lejano referente con los partidos televisados son las narraciones de Carlos Albert y José Ramón Fernández (en sus buenos tiempos ambos, antes de la debacle), que vistos a la distancia, eran unas discretas pero finas joyas de la crónica deportiva.

Creo que en mi caso, lo primero que me llamó la atención al ver el llamado Juego del Siglo fue el ritmo del partido. Se jugaba diferente en ese entonces, y el partido no se interrumpía tanto, porque los jugadores no estaban tan maleados y eran más futbolistas que divas: si había una falta, el afectado no hacía toda una actuación de su lastimadura, sino que se quejaba solo lo humanamente necesario, pero se reintegraba de inmediato a las acciones. Había una verdadera pasión por jugar al futbol. Aunque no soy muy afecto a las comparaciones bélicas en el deporte, me parece que entonces los 22 de la cancha se comportaban como verdaderos gladiadores, y asumían con gallardía los riesgos del juego, sobreponiéndose a todo con tal de seguir correteando la pelota para meterla en el arco contrario. Compárese al Beckenbauer de entonces, con su brazo vendado al cuerpo, jugando a pesar de una tremenda lesión, con el Beckham de hoy en día, que al primer rozón hace un sainete y se niega a seguir jugando, con todo y los millones de dólares que su equipo le paga.

Los jugadores tenían más sentido de la decencia deportiva, había vergüenza, dicho en el buen sentido. Este pundonor, en particular en el partido en cuestión, hizo que los jugadores fueran esculpiendo con finura un monumento al futbol, que alcanza su punto más elevado en los tiempos extras, cuando la pelota va y viene de portería a portería, los goles se suceden, y las emociones se desbordan, sin que ese intercambio de ataques sea sinónimo de un juego mediocre, sino reflejo de una creatividad, un talento, y una sed de gol que en nuestros tiempos es una rareza. Bien dice Eduardo Galeano que el gol es el orgasmo del futbol, y que, como éste, en la vida moderna es cada vez más escaso. Los italianos y los alemanes que firmaron ese encuentro no escatimaron en placer, ya entrados en la metáfora.

Más allá de lo futbolístico, aspecto sobre el que se podrían llenar profusas cuartillas sin acabar de hacerles justicia a los que nos regalaron esa obra de arte sobre el empastado, la retransmisión de ese partido muestra otros aspectos muy interesantes que sirven de punto de comparación entre el futbol de entonces y el que vemos hoy en día.

La tecnología aplicada al balompié es lo primero que me saltó, en dos aspectos muy particulares: por un lado, en el equipamiento del jugador en sí: el partido es pródigo en resbalones y caídas, lo cual yo, sin mayor estudio científico y de manera totalmente empírica —pero creo que no muy perdida—, atribuyo a los zapatos. Hace cuatro décadas los jugadores no llegaban a un estadio con 8 pares de zapatos para escoger, según las condiciones de la cancha (pasto corto, pasto crecido, cancha mojada, terreno sintético…), sino que se jugaba con lo que había, que no era muy avanzado en términos de ortopedia y tracción, y que, por lo tanto, no daba al jugador el agarre sobre el terreno y la seguridad que ofrece el calzado contemporáneo.

Por otra parte, el segundo aspecto de esta aplicación tecnológica tiene que ver con la transmisión televisiva. No había tantas cámaras, ni repeticiones en cámara lenta, ni ángulos para escoger, ni la raya de Cómex, ni la Phantom, ni nada: las transmisiones eran rupestres, pero por lo mismo le daban a la apreciación del partido un sentido de inmediatez y de demanda de atención al público que hemos perdido actualmente. Hoy no podemos concebir un partido sin repeticiones que nos muestren que el árbitro se equivocó, o que tal jugador se ensañó; en aquel entonces, descubrir esos detalles requería un ojo atento y, por lo tanto, se formaba a un aficionado distinto al que somos hoy.

Ya entrados en el aspecto del espectáculo televisado, ver ese partido jugado hace 39 años me hizo notar con mucha más claridad la evolución (o involución) que ha habido en la cuestión de la narración futbolística. La sobriedad, la clase, la elegancia y la educación de los narradores de esa época contrastan con la vulgaridad, la ramplonería y la ignorancia de los gritones que sufrimos hoy en las transmisiones del futbol nacional. El Perro Bermúdez por un lado, y la Cacatúa Martinoli por el otro, nos han conducido a un bajísimo nivel de discurso deportivo que, tristemente, hemos venido aceptando (porque no hay de otra) y al que hemos acabado por resignarnos, creyendo que es así como tiene que ser.

Qué diferencia hace cuarenta años, cuando se le tenía respeto al público y no se le tomaba por imbécil. Qué delicia un narrador que se atiene a lo que ve en la cancha y que no busca convertirse en el protagonista de eso que le corresponde simplemente contar. Cómo quisiera escuchar a un Luis García que no se dedicara a hacer bufonadas y que no adoptara un tono afectado en su hablar; cómo gozaría a un Alberto García Aspe que dejara los comentarios machistas en casa y se limitara a compartir su experiencia en la cancha en términos inteligentes.

Viéndolo así, a través del Juego del Siglo, en sus aspectos deportivos y comunicativos (y hasta tecnológicos, considerando la belleza del futbol roots apreciado sin tanta parafernalia), verdaderamente le doy la razón a los mayores cuando dicen que las cosas ya no son como antes, y que todo tiempo pasado fue mejor. Cómo quisiera una embarradita de ese futbol antiguo en nuestras canchas de hoy en día. Cómo me gustaría ver entrega, decencia, pundonor, sobriedad y cariño por el juego, en vez de este negocio descarado y, en algunos aspectos mediocre, en que se ha convertido el balompié que nos tocó vivir.

Este y otros artículos en: ErnestoCortes.blogspot.com. Los leo: Ernesto@CuerdaCueroyCanto.com.

miércoles, 9 de setiembre de 2009

Sábado 5/sep/09: Teatro en la Alacena (III) / Aarón Olivas réquiem

Con Aarón, cuando era mi alumno

I: Buenos días
Cuando uno va a festivales de teatro en calidad de público, o en calidad de actor, siempre tiene la opción de un día decidir no ir al teatro (a menos, claro, que se presente la obra propia), y descansar, porque a fin de cuentas llega un punto en el que resulta agotador tanto entrar en el juego de la ficción, y como en los festivales y concursos se programan muchas obras en pocos días, el exceso de teatro llega a convertirse en un factor a considerar para la salud mental. El problema es cuando se viene a participar en calidad de jurado. Tiene sus ventajas, claro, porque hay deferencias agradables para con uno (hasta me hablan de usted y me dicen “maestro”), y uno opina y la gente escucha; pero por otro lado no hay escapatoria: sea bueno o malo el espectáculo, no hay manera de decir “con permisito, voy al baño” y no volver, sino que al estar sentado en la primera fila, con un público observando las reacciones (y los actores con el rabillo del ojo, ya he estado ahí), ni cómo huir. Nos queda un día de concurso, y ahora sí, después de 14 obras (dos fuera de competencia) estoy apelando a mis reservas de resistencia intelectual y de capacidad de atención. Ya nomás faltan 3. Las palabras misteriosas de hoy son: teatro, réquiem.

II: Acá entre nos
No le digan a nadie, pero ya hay discrepancias en el jurado, y se vislumbra que la decisión final va a estar muy discutida. Aunque hay varias obras que descuellan (del verbo descollar) de manera notable, cada uno tenemos nuestras preferencias y nuestras propias ideas sobre el teatro, de manera que esto se va a poner interesante mañana a la hora de la discusión final y el veredicto. Lo cual es buena señal: quiere decir que hay calidad en las obras presentadas.
El 6o Concurso de Teatro en la Alacena me ha sorprendido gratamente. Cuando me invitaron a venir a Xalapa, no tenía yo idea de a qué tipo de evento venía. Sabía que eran 15 obras de 4 estados, y que las funciones eran en espacios alternativos, pero no me imaginaba qué tanto. Hasta ahora, hemos tenido obras en un bosque, en la mesa de un café, en un parque junto a una laguna (que es usada para efectos dramáticos), en patios, salas y cocinas de casas, y tendremos otras en un gimnasio y en un museo, entre otros lugares. Las funciones en casas han sido particularmente interesantes, porque se trata de obras para público reducido (15, 20 personas), y en varios casos se crea un ambiente de voyeurismo porque hay una sensación de estar siendo un intruso invisible metiéndose en la vida de los otros.

Por otra parte, además de lo artístico, Teatro en la Alacena se ha revelado para mí como un esfuerzo titánico realizado por un puñado de individuos muy entusiastas, que por verdadero amor al arte hacen desde hace 6 años un concurso que abre las puertas a todo el que lo desee (hablando tanto de público como de actores), y que representa un ejemplo para todos los que hacemos teatro en este país.
III: Ars longa, vita brevis
Cambiando completamente de tema y de tono. En los 9 años que llevo dando clases en el Tec de Monterrey Campus Colima he tenido cientos de alumnos. Siempre hay algunos que dejan una marca particular en la memoria, y de los que uno, inevitablemente y sin menospreciar a los demás, dice “est@ muchach@ va a llegar lejos”. Tal era el caso de Aarón Olivas Grisi, un talentoso joven que en su momento fue mi alumno de Art History y con quien, además, tuve el gusto de compartir el escenario tanto haciendo música como teatro. Viajamos a festivales y concursos en varias ciudades, y estuvimos juntos en Latidos, una obra musical en la que él era, literalmente, el corazón, pues sus dotes de extraordinario baterista le dieron el papel protagónico en ese espectáculo de percusiones alternativas concebido y dirigido por Augusto Albanez.
Hace unos días recibí la infausta noticia del fallecimiento de Aarón, y me pesó grandemente, sumiéndome en una depresión silenciosa y solitaria acá en Xalapa. Aarón tuvo una vida veloz, plena y creativa. Fue un artista notable en la música y la producción audiovisual, y nos contagió con su alegría a los que tuvimos el privilegio de conocerlo y tenerlo como amigo. Descansa en paz, querido Aarón. Estamos en la red: ErnestoCortes.blogspot.com. Los leo: Ernesto@CuerdaCueroyCanto.com.

(La foto de la obra Arena, Voltereta y Drama es de Luis Marín)

Jueves 3/sep/09: Teatro en la Alacena (II)

I: Buenos días
Además de una buena empapada de teatro (llevo 7 obras en 3 días), este viaje a Xalapa ha sido un reencuentro con la extraordinaria cocina de por estos rumbos. Qué delicia los mixiotes, los xocos, los platillos con epazote, el mole hecho en horno de leña, los plátanos fritos, en fin. Y qué decir de las bebidas, tanto civiles como espirituosas: del café de Coatepec a los vinos caseros de Acatlán, donde en estos días se celebran las fiestas de la Virgen de los Remedios, y donde fui amablemente recibido por doña Beatriz, la cronista del lugar y su esposo don Abelardo, el médico del pueblo, de cuya hospitalidad me llevo gratos recuerdos. El Sexto Concurso de Teatro en la Alacena sigue a toda máquina, y hoy tendremos la primera sesión de análisis y comentarios con los otros dos miembros del jurado, el primer corte de caja, como quien dice. Las palabras misteriosas de hoy son: paladar, música, cripticismos.

II: Mientras tanto, en la ciudad de las palmeras…
Me dio mucho gusto enterarme de que el maestro Humberto Gaspar Osorio y un grupo de sus antiguos alumnos fueron premiados en el Encuentro Nacional de Mariachis Tradicionales. Justamente el día que se dio a conocer la noticia yo estaba presumiendo a unos amigos, en casa de Jorge Saldaña, que en Colima tenemos soneros de gran calidad, y que en particular don Humberto Gaspar —además de mariachero tradicional— es reconocido por los huastecos mismos como un huasteco de primera línea, aunque la geografía parezca decir otra cosa.

El mariachi tradicional Los Cocoteros, dirigidos por Artemio Cortez, se trajo la presea Cirilo Marmolejo, por su calidad interpretativa, distinguiéndose así de entre 42 grupos de todo el país que participaron en este encuentro. Por su parte, a Humberto Gaspar se le otorgó la medalla Jerónimo Méndez, por su carrera como arreglista, compositor, intérprete, difusor de la música tradicional a nivel nacional, y maestro. Enhorabuena a don Humberto, por este justo reconocimiento a su larga trayectoria como artista y como formador de varias generaciones de excelentes músicos.

III: Ya que hablamos de música, pero en otro tono…
La Secretaría de la Juventud está convocando a los rockeros locales a que se acerquen al departamento de Comunicación de esta oficina, pues hay en puerta proyectos para la promoción de estas bandas fuera de Colima. Los interesados pueden acudir con Luis Fernando Vázquez, en el segundo piso de la SeJuv, de preferencia con un demo o video de su trabajo. Por cierto, el mismo Luis Fernando anuncia que para este mes habrá una audición para jóvenes interesados en formarse en el CEA, de Televisa. Ya comentaremos de esto en su momento.

A propósito de la Secretaría de la Juventud: aunque Daniel Fierros ha realizado en general un buen trabajo desde que asumió la cabeza de esa dependencia, todavía no tiene bien agarrados todos los hilos de la misma, y le falta poner orden para que la SeJuv marche con los engranajes tan aceitados como los tenía José Manuel Romero. En especial en su secretaría particular necesita apretar tuercas, porque tiene ahí un hueco: hay una desatención grosera al seguimiento de las solicitudes y propuestas que se le llevan, lo cual luego lo deja mal parado, pues para el joven que se queda esperando una respuesta del secretario (que nunca llega), es él quien falla, no cierto incompetente achichincle. Ojo.

IV: Dos comentarios levemente crípticos, dos
Uno. Hace un par de semanas, escribía yo en este espacio sobre la ilógica con que se mueve el diputado Adolfo Núñez, que legisla en sentido contrario y tiene un actuar incoherente en el Congreso Local. Ahora veo que no es el único de ese selecto grupo (los diputados) rodeado por un halo de surrealismo y absurdo. André Breton estaría encantado.

Dos. El gobernador electo Mario Anguiano anunció un programa asistencial para jefas de familia que, entre otras cosas, contempla ayuda económica para pagar gas y electricidad. No pude evitar sonreír cuando leí la noticia: los más agudos y memoriosos saben cuál es el origen de este programa y a quién se le debe, en última instancia. De nada, señoras, fue un placer.

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Martes 1/sep/09: Teatro en la Alacena (I)


I: Buenos días
Los Pumas estaban jugando tan bonito, y me emocioné tanto de finalmente verlos ganar, que —literalmente— se me fue el avión. Para cuando me di cuenta faltaba menos de media hora para abordar, y para cuando sin aliento llegué a la remota sala 75 de la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, el empleado de Aeromar me dijo “uy joven, ese avión ya rato salió”. Tuve que pagar una considerable suma de dinero para obtener un boleto para el día siguiente, y ponerme a hurgar entre mis antiguos contactos en el DF para obtener asilo esa noche. Hasta eso, estuvo bien: recuperé el placer de una amistad reencontrada y gocé de su hospitalidad; y, claro, vi a los Pumas ganar por fin, benditos sean Dios y el Tuca Ferreti. Las palabras misteriosas de hoy son: aviones, teatro, amigos.

II: Vine a Xalapa porque me dijeron que…
El Concurso de Teatro en la Alacena es un evento notable que un puñado de exaltados organizan en Xalapa desde hace 6 años. Dicen que surgió porque el Centro de Documentación Teatral cumplía años, y los implicados se debatían entre hacer un pastel y celebrar en cortito, o hacer un concurso de teatro y celebrar en grande, con la comunidad. Se decidieron por la segunda opción, con todo y las dificultades que implicaba, y año con año fueron consolidándose como una referencia importante para los grupos de la región (y de más allá de la región) que se animaban a participar en el reto: el concurso tiene como hilo conductor la condición de que las obras se tienen que presentar en espacios no convencionales, y aprovechar las condiciones de esos espacios para incluirlos en su montaje.

De este modo, Teatro en la Alacena lleva las obras a lugares como restaurantes, mercados, paradas de camión, asilos de ancianos, canchas de futbol, gimnasios, calles que se cierran al tráfico, bibliotecas y cualquier otro espacio que para el director del montaje ofrezca un asidero creativo. En Colima tuvimos algo similar hace un par de años, cuando la Secretaría de Cultura organizó el Primer Festival de Artes Escénicas en Espacios no Convencionales, que llevó 10 espectáculos a todos los municipios del estado, entre mercados, camiones suburbanos, plazas y hasta panteones. La diferencia acá en Xalapa es que no hay una Secretaría de Cultura que apoye; hay un Instituto de Cultura que brilla por su ausencia y que, por lo que me han contado los teatreros de acá, tiene una muy mala relación con los artistas locales. Así, el desamparo oficial en que el gobierno ha dejado a los artistas veracruzanos los impulsa a la autogestión y al ingenio para malabarear y hacer rendir magros recursos sacados milagrosamente de quién sabe dónde.

Cuando fui invitado en calidad de crítico teatral a la Muestra Nacional de la Joven Dramaturgia en Querétaro, en julio pasado, conocí a Francisco Beverido y a Luis Marín, cerebros (y manos, y pies) del Concurso de Teatro en la Alacena. Ellos me hicieron la propuesta de venir a Xalapa y participar con ellos, esta vez en el rol de jurado del concurso. Yo acepté, por supuesto, y heme aquí, escribiendo la Columna Lítica desde un cuarto de hotel poco antes de salir rumbo al Cerro del Macuiltépetl, donde se presentará la primera obra del concurso: El ogrito, de la quebequense Suzanne Lebeau, bajo la dirección de Roberto Benítez con CAP Teatro. Ya les iré contando de por acá.

III: Córrele, córrele
Como les decía la semana pasada, estoy escribiendo una columna sobre deportes para http://www.colimafutbol.com/. En esta ocasión el tema es nuevamente el atletismo, más concretamente, un análisis técnico y medio político (?) de la carrera en la que participó la colimense Karla Dueñas en el Mundial de Atletismo: el relevo de 4x400, en el que las mexicanas quedaron en último lugar de la clasificación general. Corriendo sin balón aparece cada lunes, por si gustan.

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lunes, 7 de setiembre de 2009

Corriendo sin balón: El relevo de 4x400 mexicano en Berlín / Karla Dueñs

Publicado originalmente en www.ColimaFutbol.com



La final del 4x400 mujeres en Berlín
I: La historia de siempre
“Hacen falta más apoyos para los atletas”, dice la corredora colimense Karla Dueñas, recién vuelta de Berlín, donde participó en el 4x400, como cuarto relevo, en una competencia que dejó más pena que gloria para las mexicanas, que ocuparon el último lugar (15) de la clasificación general de relevos, y que no lograron siquiera igualar su propia marca en esa prueba.

Hace 10, 15 años, cuando yo competía en caminata (y luego en medio fondo), nuestra queja era la misma: no había apoyo para los atletas. A las autoridades (y a los medios) no les interesaba mayormente el atletismo, aún y cuando en aquel entonces eran los competidores sobre las pistas y las rutas los que daban una embarradita de gloria al deporte mexicano: medallas olímpicas de Carlos Mercenario (’92), Bernardo Segura (’96) y Noé Hernández (’00); medallas en mundiales de Dionisio Cerón (’95), Daniel García (’97 y ‘99), y Miguel Ángel Rodríguez (’97).

Además del atletismo, otros deportes individuales como el tae kwon do y los clavados han sido los que históricamente han puesto a México en los medalleros de las competencias internacionales. El mérito, en la mayoría de los casos, es de atletas y entrenadores dedicados, que a pesar de la falta de apoyo de sus federaciones y de las inmensas limitaciones económicas salen adelante y llegan dignos a los podios para que luego aparezcan políticos y funcionarios que se quieren colgar las medallas como gloria propia.

El llamado de atención de Karla Dueñas es uno más de los que tantos y tantos atletas han hecho, pero parecería que le hablan al aire, porque las autoridades no se dan muy por enteradas que digamos. Una de las carencias que Karla menciona es la falta de competencias internacionales de fogueo, lo cual es una realidad: para un atleta europeo, llegar al Mundial es la culminación de un proceso que ha incluido giras internacionales de preparación; para un atleta mexicano, la preparación es casi exclusivamente para el Mundial, al que se llega sin antes haber salido mucho del país. No es gratis que a la hora del balazo de salida les tiemblen las piernas viendo un estadio repleto, como la propia Karla acepta que les sucedió en Berlín.

II: La carrera
Hay una cosa que es rescatable, sin duda alguna, de la participación de la colimense en el Mundial de Atletismo que se realizó hace un par de semanas: es una experiencia más para su carrera como deportista, y seguramente le servirá mucho en el camino a los Juegos Olímpicos de Londres, a donde asistirá, sea en competencia individual o en relevo, pues para allá apuntan sus tiempos y resultados. Sin embargo, más allá de la “experiencia”, en el análisis frío, lo cierto es que el papel que las mexicanas jugaron sobre la pista en el relevo de 4x400 fue penoso, por decir lo menos.

Desde la primera entrega de estafeta, por parte de Nallely Vela, se pudo ver que las mexicanas no iban a ser protagonistas de la eliminatoria en la que, para mayor contraste, competían en el mismo heat que las norteamericanas (quienes ganaron la final con 3:17.83). El 3:40.03 de las mexicanas fue 3 segundos más lento que la marca previa del equipo (relativamente hablando, porque uno de los problemas fue, precisamente, que no estaban todas las integrantes originales del relevo), y se quedó muy lejos del récord nacional, de 3:28.33; y ya no digamos del récord mundial, que solo por citar la referencia, es de 3:15.17, y pertenece a las rusas, que lo establecieron en Seúl ’88. Para los lectores no tan familiarizados con la relación tiempo-distancia en las pistas, esto significa que las mexicanas quedarían a 35 segundos de la mejor marca del mundo, es decir, a algunos 250 metros de distancia, más de medio óvalo.

Aún y cuando el heat en el que corrieron las mexicanas fue el más lento de la competencia (por 6 segundos, comparado con el heat 2), en la lista de resultados de esa ronda quedaron en último lugar, a casi 9 segundos de Brasil (3:31.42, penúltimo lugar) y a 11 de las norteamericanas (no estoy contando a Bahamas, que fue descalificado y que, por lo tanto, no ocupa un “lugar”). Esto quiere decir que cuando Karla Dueñas estaba entrando a la recta de los 100, la cerradora del equipo estadounidense, Sanya Richards, ya iba cruzando la meta. Así de abismal es la diferencia.

III: Little differences
Para las corredoras que ganaron el relevo 4x400 (y el ejemplo vale para l@s demás medallistas del Mundial), la competencia de Berlín representó el punto más alto de una temporada que incluyó muchas otras carreras en otros tantos estadios del mundo, donde constantemente se estuvieron midiendo con l@s rivales que se volverían a encontrar en esa pista de tartán azul. En otras palabras, para quienes ganaron, el Mundial es la culminación de un proceso. En el caso de las mexicanas, el Mundial representó el objetivo de un proceso, pues no llevan en los zapatos la misma cantidad de carreras internacionales al año que en otros países es norma elemental para la preparación.

Las autoridades deportivas mexicanas sienten que “cumplen” con mandar a las corredoras al Mundial, pero no hay dinero para ir a otras competencias previas fuera de México. Poniéndolo en metáfora artística, es como si de la nada tomáramos una banda de botanero en Comala (sin ofender ni a la banda ni a las corredoras) y la pusiéramos de golpe a tocar en Bellas Artes: el lector puede imaginarse la cantidad de notas en falso provocadas por la falta de ensayos y por el nerviosismo al pasar de un portal de pueblo a un teatro monumental. Algo así es lo que pasa con los y las atletas de México, hablando en términos generales y bastos.

El fracaso de l@s atletas mexicanos en el Mundial (con la honrosa excepción de Eder Sánchez, en este caso) no es achacable solamente a las carencias individuales de los competidores; es también, y sobre todo, el reflejo de un sistema que no está funcionando, y que se sigue desmoronando entre las pugnas internas y el paradigma que señala que en este país es más importante comprar armas y construir cárceles, que promover el deporte, la cultura y la educación. Mientras no se entienda dónde están las verdaderas estrategias para el desarrollo y el bienestar, vamos a seguir ocupando los últimos lugares en las listas de llegada.

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Restaurando a los gobernadores

El Salón Gobernadores, en el segundo piso de Palacio de Gobierno, es un recinto en el que se celebran eventos solemnes de Gobierno del Estado. Firmas de convenios, reuniones formales, entregas de fondos, premios y reconocimientos, y muchas actividades más tienen lugar en este salón histórico, bajo las miradas de varias decenas de ex gobernantes de Colima que, desde las paredes, son testigos de su propio legado.

Sin embargo, recientemente la Secretaría de Cultura hizo notar que varias de las pinturas de los gobernadores colimenses que se encuentran en este salón presentan un estado delicado, debido a la edad de los cuadros, los errores técnicos en su ejecución original, y la falta de mantenimiento por casi medio siglo, además del deterioro natural que surge de estar exhibidas en un espacio que no es propiamente una galería, y que no cuenta con las que se podrían considerar como condiciones tecnológicas óptimas para la conservación de obra plástica.

Así pues, desde hace algunas semanas, un grupo de restauradoras y artistas del pincel se dieron a la titánica tarea de, en primer término, hacer un diagnóstico de las condiciones de la obra plástica del Salón Gobernadores, y, en segunda instancia, aplicarse a la limpieza y restauración de la mayoría de estas obras, varias de las cuales se encontraban en condiciones de riesgo.

Wendolyne Hernández, artista plástica y restauradora profesional, cuenta que al revisar a detalle las pinturas se encontraron con varias sorpresas. En algunos casos se halló, por ejemplo, que hay cuadros compuestos por más de un lienzo, a veces cosidos sin mucha experticia, y usando tejidos que no son precisamente los más adecuados para este clima. En otros casos hallaron firmas alteradas, segundas manos anónimas sobre las pinturas originales, retoques y añadidos de última hora y hasta mutilaciones a las obras para hacerlas caber en el marco. De analizarse con tecnología más especializada, podrían seguramente descubrirse aún más detalles peculiares de esta colección, que al recibir su primera restauración fomal en cinco décadas está revelando algunos de sus secretos.

“Pues aquí estoy, restaurando la pintura de mi bisabuelo”, dice Daniela Cedeño, una de las pintoras que están colaborando en el proceso de restauración. Daniela representa la cuarta generación de artistas en la familia, y le tocó en suerte analizar y remozar algunas pinturas que salieron del pincel del padre de su abuelo, tarea a la que ella se dedica con un particular gusto. Además de Daniela y de Wendolyne, en el equipo están colaborando la restauradora Roberta García, y las pintoras Gabriela Rodríguez y Adriana Merino. Este grupo tiene ya experiencia en este tipo de trabajos, y recientemente fueron comisionadas para limpiar los graffitis que afectaron tanto la Figura Obscena, como los Perros Bailarines, en un caso que fue muy sonado en meses pasados.

Si bien el Taller de Restauración de la Secretaría de Cultura no ha sido inaugurado formalmente, el equipo del mismo se encuentra en plena actividad, mientras que se terminan de realizar las adecuaciones técnicas al espacio con el que contarán, en el primer piso del edificio central de Casa de la Cultura. Junto al que será el taller formal, en un espacio detrás del Teatro al Aire Libre, se encuentran trabajando por el momento las restauradoras, a la espera de la conclusión de trabajos del que será tanto taller como área de resguardo para obra plástica, con condiciones controladas de clima, humedad y luz, asegurando así la adecuada conservación de las colecciones.

Este trabajo de restauración consta de varias etapas, y de acuerdo a las condiciones de cada pintura, implica actividades particulares. En lo general, se está realizando la limpieza de todas las pinturas, excepto las de los últimos tres gobernadores, que se encuentran en buena condición. Asimismo, a todas se les hará un cambio de marco. En el caso de algunas obras, se les hacen retoques o correcciones para mejorar la calidad de las mismas y asegurar su longevidad,

El trabajo de restauración de los retratos de los gobernadores, de acuerdo con Wendolyne Hernández, tendrá un costo aproximado de $200,000, que en realidad es muy bajo si se compara con lo que hubiera costado este mismo trabajo, de haberse comisionado a una instancia fuera de Colima. Al contar la Secretaría de Cultura con restauradoras profesionales se abaten los costos grandemente, además de que se abre la puerta para que otras colecciones puedan recibir una atención similar.

Finalmente, una vez concluidos los trabajos de restauración, se planea reorganizar el aspecto museográfico de la exposición, contando posiblemente con un acomodo distinto en el Salón Gobernadores, dándole más dignidad y elegancia a este espacio, y asegurando la conservación de una colección histórica que nos da luz sobre los personajes que dieron forma al Colima contemporáneo.
Fotografías de Javier Flores.