En el 2001, Panamá tenía  poco tiempo de haber recibido el Canal y los territorios que habían  sido posesión norteamericana durante el siglo XX. En un afán de recuperar,  en todos los sentidos, el territorio panameño, el gobierno de ese país  empezó a darle uso civil a las antiguas bases militares que los Estados  Unidos mantenían en el istmo. Fue así como un grupo de colimenses  fuimos a dar, en el verano de ese año, a la Base Militar Howard, que  poco antes había sido abandonada por los militares gringos, en calidad  de participantes en el Festival Mundial de la Juventud. Fueron dos semanas  de conferencias, mesas redondas, reuniones de discusión sobre temas  políticos y sociales, conciertos, espectáculos de artes escénicas,  y mucho, mucho reggaetón provisto por los miles de centroamericanos  y caribeños que invadieron el Festival y que tenían un nulo interés  en las actividades académicas, pero mucho en el baile y la cerveza.  Las palabras misteriosas de hoy son: ALCA, Panamá, viajes.
 había sido abandonada por los militares gringos, en calidad  de participantes en el Festival Mundial de la Juventud. Fueron dos semanas  de conferencias, mesas redondas, reuniones de discusión sobre temas  políticos y sociales, conciertos, espectáculos de artes escénicas,  y mucho, mucho reggaetón provisto por los miles de centroamericanos  y caribeños que invadieron el Festival y que tenían un nulo interés  en las actividades académicas, pero mucho en el baile y la cerveza.  Las palabras misteriosas de hoy son: ALCA, Panamá, viajes.
II: No pasarán (?)
Uno de los documentos formales  salidos de ese encuentro fue la Declaración de los Jóvenes Latinoamericanos  sobre el ALCA. En ese tiempo Fox estaba necio con que el Acuerdo de  Libre Comercio de las Américas y que el Plan Puebla Panamá, para desmayo  de muchos sudamericanos que veían la mano del Tío Sam meciendo la  cuna. En el Festival, los representantes de las respectivas mesas de  trabajo de un foro de análisis sobre Latinoamérica concluim os, muy  gallos nosotros, que el ALCA debía ser repudiado, así que nos lanzamos  a la redacción del documento correspondiente (yo era el representante  de la mesa de Educación), y a la reunión de firmas.
os, muy  gallos nosotros, que el ALCA debía ser repudiado, así que nos lanzamos  a la redacción del documento correspondiente (yo era el representante  de la mesa de Educación), y a la reunión de firmas.
Con los años, el ALCA sería  desechado (bien dijo Hugo Chávez, “¡el ALCA se fue ALCArajo!”),  pero algunas de sus premisas más repudiadas en el 2001 tomaron fuerza  y acabaron imponiéndose por medio de otros mecanismos: la colaboración  militar que tanto rechazábamos entonces se hizo realidad, primero en  México con la Iniciativa Mérida, y luego en Colombia con la aprobación,  este año, de la instalación de bases militares norteamericanas (que,  dicen los entendidos, son para mantener a raya más a Brasil que a Venezuela,  en un futuro no muy lejano). Se veía muy bonita la utopía a principios  de la década, pero no sabíamos entonces que el siglo y sus cambios  no habían comenzado, faltaban unos meses. El siglo XXI y su nuevo paradigma  entrarían en vigor hasta el 11 de septiembre de ese año. 
III: Por la esquina del viejo barrio…
Estas memorias vienen al cuento  porque estoy de vuelta en Panamá, ocho años después, aunque por razones  muy distintas. Por una cuestión de conveniencias aeroportuarias, mi  mujer (que es quien traza las rutas turísticas en casa) decidió que  nos quedáramos acá un día, así que aprovechamos la hospitalidad  de un desconocido para ver un (muy) poco de estas tierras. Como he mencionado  en otras ocasiones, formamos parte de una comunidad en línea que se  ofrece hospitalidad por todo el mundo; en casa hemos recibido a varios  viajeros de diferentes paíse s de manera gratuita, y ahora nos toca  aprovechar las bondades de esta red de viajeros. En estos días de escasez  y aridez, este tipo de intercambios resultan muy valiosos, no solo por  el ahorro monetario, sino por la apuesta en una convivencia confiable  entre individuos de diversos orígenes. En dos días estaremos en Uruguay,  ya les contaré desde allá.
s de manera gratuita, y ahora nos toca  aprovechar las bondades de esta red de viajeros. En estos días de escasez  y aridez, este tipo de intercambios resultan muy valiosos, no solo por  el ahorro monetario, sino por la apuesta en una convivencia confiable  entre individuos de diversos orígenes. En dos días estaremos en Uruguay,  ya les contaré desde allá.
 
 
 
 
 
 
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