Conciencia

lunes, 18 de mayo de 2009

Martes 19/may/09: Mario Benedetti y Hugo Chávez (very exclusive footage)

I: Buenos días
Yo estuve presente en la última aparición pública de Mario Benedetti. Fui, además, uno de los boquiabiertos testigos del encuentro entre dos personajes de estatura mayor, cada uno en sus reinos: el poeta uruguayo y el presidente venezolano Hugo Chávez. No sabía entonces, en diciembre de 2007, que estaba participando en la última ovación que en vida escucharía Benedetti, pero sí intuía que ese momento era histórico, y que definitivamente sería para contárselo a los nietos. Las palabras misteriosas de hoy son: el jilguero y el águila.

II: “Vengo del periódico Ecos de la Costa, de México, déjenme entrar”
Hace año y medio, durante un viaje por Uruguay y Argentina, tuve la oportunidad de colarme (gracias a mi acento mexicano y a la credencial del Ecos) a una reunión que Hugo Chávez tuvo con la crema y nata de la izquierda uruguaya, en la Universidad de la República, en Montevideo. Diputados y senadores, líderes sindicales, ministros, dirigentes de partidos políticos, líderes estudiantiles, cuadros de las juventudes comunistas, cuatro embajadores, un ecologista, dos docenas de periodistas acreditados, y yo, haciéndome el cra con la Canon en una mano y el trocito de cartulina que me acreditaba como reportero venido de lejos en la otra.

Al lograr mi ingreso a la sala donde se realizaría la reunión, yo no sabía que, además del hombre de rojo, habría otro agasajado en la velada: pasados los discursos de bienvenida, por una puerta lateral entró, en silla de ruedas, un ancianísimo y pequeñito Mario Benedetti, su cara una sonrisa inmensa, los ojos bonachones. El comandante caminó hacia él y el poeta se puso de pie trabajosamente; Chávez se llevó la mano a la sien y se cuadró militarmente, a lo que Benedetti respondió de la misma forma, aunque más en plan de guasa que marcialmente, ante la ovación general. Se abrazaron, y se dijeron cosas que solo el camarógrafo de Telesur, a medio paso de ellos, alcanzó a registrar. Yo saqué unas cuantas fotos y varios minutos de tembloroso testimonio en video. Nunca en la vida había imaginado que vería a Mario Benedetti hacer un saludo militar; él que tanto escribió y vivió contra ellos.

III: “Hay hombres que luchan toda la vida…”
El gobierno venezolano, aprovechando la visita de Chávez a Montevideo por la cumbre del Mercosur, había decidido imponer la honrosa Orden Francisco de Miranda a Mario Benedetti, por “la gran calidad de su obra literaria”, dijo el presidente, y por ser “uno de esos seres humanos indispensables”, señaló, haciendo referencia a Brecht (“Hay hombres que luchan un día, y son buenos…”). La ocasión no podía ser mejor, pues Uruguay había despertado esa mañana con la noticia de que el exdictador Gregorio Álvarez iría a prisión, por delitos de lesa humanidad, y había un ambiente de fiesta y esperanza. Benedetti era, sin duda alguna, uno de los más felices.

En lo que Hugo Chávez le engarzaba al poeta la venera (“oro amarillo pulido, formada por una elipse de veintiocho milímetros en su diámetro mayor y dieciocho milímetros en el menor, rodeada de ocho rayos dobles acanalados de aristas divergentes”), la ovación en el pequeño recinto universitario se hacía atronadora, y el maestro de ceremonias explicaba el significado de la Orden, instituida para reconocer a “aquellos que siendo o no venezolanos lo merezcan por sus servicios a la ciencia, al progreso del país, o por sus méritos sobresalientes”. Aplausos y más aplausos, Benedetti sonriente.

Antes de lanzarse a su propio discurso, que duraría algo más de un par de horas, y en el que arremetería contra el rey Juan Carlos, el Papa, y el presidente colombiano, Hugo Chávez se despidió de Mario Benedetti; se volvieron a abrazar, y el comandante le dio un beso en la frente al poeta, formando un cuadro casi surrealista. Benedetti fue ayudado nuevamente hacia su silla de ruedas y salió bajo una ovación de las que se dan de pie. Ninguno de los presentes sabíamos que era la última vez que el poeta escucharía palmas en su honor.

En el blog está el histórico video, tomado por un servidor: ernestocortes.blogspot.com. Los leo: ernesto@cuerdacueroycanto.com

5 comentarios:

Unknown dijo...

Hola Ernesto!

Leo tu columna cada que mi trabajo me lo permite o cuando tengo el impreso de Ecos en mis manos! Ahora conozco tu blog y está en mis Favoritos. Gracias por compartir este video y sobre todo la experiencia de haber estado en ese momento y lugar.

Te felicito.

Anónimo dijo...

Benedetti is dead!

Michelle dijo...

Qué envidia.

Unknown dijo...

Hola

Esta vez para comentarte, pues como publicas hoy, solo tuviste 2 opciones el domingo para escojer, los suscriptores del sistema de cable local sufrimos un CAMBIO en la programación: desaparecen el CANAL 22 cuya programación es de alta, si no es que muy alta, calidad CULTURAL, y además de contenido que contempla la DIVERSIDAD SEXUAL que los domingos tiene la ZONA D después de las 00:00 horas. Pusieron TELEFÓRMULA que es una canal de noticias y programas informativos, que recetan una serie de aproxim 5-6 minutos (no he contado la verdad) de INFOMERCIALES.

El hecho es que lo más seguro que nuestr@s paisan@s de PROVIDA se quejaron por esta programación puesto que su reducido CRITERIO CULTURAL no les permitió SIMPLEMENTE cambiarle a alguna de las otras 39 opciones (en servicio básico).

Me pregunto porqué sí TOLERAN las otras programaciones que emiten películas "eróticas" (dirigidas a HOMBRES por supuesto).

Te lo dejo de tarea. Saludos

Unknown dijo...

pd.- Yo también escuché al Ing. Melesio y concuerdo contigo. Pero nos quiere a las mujeres colimenses "Creativas" (pero dulcemente) en el devenir hogareño. Quizá le faltó mencionar al Ing. tip's para la creatividad en nosotras las trabajadoras de jornadas completas (dobles y hasta triples) y sobre todo para SUBIR de nivel en los organigramas ;). Ah y que nuestros dulces (también, porque no) maridos nos APOYEN, IMPULSEN, PROMUEVAN con sus tip's ad hoc.