Conciencia

lunes, 10 de marzo de 2008

Martes 11/mar/08: Atletas I


I: Buenos días
Fue un fin de semana de triunfos para viejos conocidos, así que eso nos da el pretexto para hablar de un tema que ha sido tocado poco en esta columna: el deporte. El domingo, en la competencia internacional de caminata Challenger 2008, realizada en Chihuahua, dos mexicanos hicieron el 1-3 en la prueba de los 50 km, la más larga y agotadora con que cuenta el programa deportivo olímpico. Jesús Sánchez y Daniel García obtuvieron el oro y el bronce. Me dio gusto por Daniel, a quien conocí a principios de los 90s, en Guadalajara, junto a Bernardo Segura y otros que años después harían historia en el atletismo nacional, en una competencia, mi primera fuera de Colima, cuando yo entrenaba caminata. Las palabras misteriosas de hoy son: atletas, primera parte.

II: Los viejos tiempos
Por esas épocas en que yo entrenaba caminata se vivía en Colima un momento interesante en el atletismo, pues un convenio entre el gobierno de Salinas primero, y luego Zedillo con el de Fidel Castro permitía que vinieran a la entidad entrenadores cubanos de varios deportes, todos ellos altamente calificados. Uno de los primeros, o quizá el primero que vino en atletismo fue David Giralt (o Girat, nunca nos quedó claro a nosotros ni a la Federación Internacional de Atletismo), quien en su juventud representó a su país como competidor de salto de longitud, llegando a vencer en 8 ocasiones a Carl Lewis y retirándose con una marca de 8 m 10 cm, lo cual en el ámbito de la competencia internacional ya son palabras mayores.

El profesor Girat siempre nos hablaba de su hijo, que tenía más o menos nuestra edad, y que en Cuba era uno de los saltadores de longitud más fuertes de su generación. Para él, era lo que más extrañaba de Cuba, y lo traía todo el tiempo a colación. Siempre era el “Davicito” para acá y para allá. Cuando se fue de Colima, lo hizo cargado de regalos para “Davicito”, y varios de sus alumnos contribuimos con ropa deportiva, zapatos para atletismo, dinero y varios presentes más para su hijo.

Arnie David Girat, “Davicito”, entrenó intensamente en el salto de longitud durante su adolescencia, pero lo dejó al cumplir los 18 años, en 2002, para dedicarse de lleno al salto triple, prueba en la que se convirtió en campeón mundial juvenil ese año. Desde entonces, su carrera se proyectó a los primeros planos del atletismo mundial.

No ha sido fácil para él, con todo y su nivel, pues para representar a Cuba ha tenido que enfrentarse a compatriotas suyos de gran talla. En Cuba hay grandes saltadores, como Yoelbi Quesada (bronce en Atlanta) e Iván Pedroso (oro en Sydney). De éste último, por cierto, hay una anécdota muy peculiar, pues en 1995, en una competencia en Italia, saltó 8.96, un centímetro arriba del récord mundial, del norteamericano Mike Powell. Aunque el anemómetro marcaba que el salto era válido (viento de +1.2 m/s), éste no fue reconocido a la hora de la verdad por la Federación Internacional de Atletismo porque dijeron que un juez se paró frente al aparato y pudo haber obstruido el viento al momento del salto. Mano negra yanqui, nada más. El caso es que el nivel en los saltos en Cuba es tan alto como lo era la caminata en México en los 90s. A mediados de esa década, se decía que quien ganaba un campeonato nacional de caminata prácticamente tenía asegurado el campeonato del mundo, de tan bueno que era el nivel aquí. The good old days.

Hace un mes, “Davicito” implantó su mejor marca personal, con 17.50, y antier domingo ganó la medalla de plata en el Campeonato Mundial de Atletismo Bajo Techo, realizado en Valencia, España, con 17.45, quedando a 38 centímetros del récord mundial de la especialidad. Ayer fue recibido con honores en Cuba, pues fue uno de los medallistas que pusieron a la isla en el quinto lugar de las posiciones finales de esta justa.

El jueves continuaremos hablando de atletas, y hablaremos sobre La Zona, ese elusivo “lugar” al que acceden los atletas de alto rendimiento en momentos claves de su carrera. Los leo: ernestocortes@itesm.mx. Estamos en la red: ernestocortes.blogspot.com.

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