A mediados de 2006, en Colima se comenzo a dar un cambio importante en la concepcion arquitectonica de algunos espacios publicos: se inicio la construccion de rampas en las aceras para personas que se mueven en silla de ruedas, comenzando por las calles del centro; asimismo, se instalo un semaforo con senial sonora para los debiles visuales en el cruce de las avenidas Universidad y Camino Real, primero de veinte proyectados en la entidad. Por otra parte, algunos camiones comenzaron a sustituir los rehiletes de la entrada por dispositivos electronicos, lo que facilita el ingreso a personas con movilidad reducida. Todo esto como parte del programa Colima Accesible, que se puso en marcha en junio del anio pasado.
Este programa tiene sus antecedentes en julio de 2005, cuando en su calidad de director del Instituto Colimense de la Discapacidad, David Monroy hizo un llamado a la Universidad de Colima para revisar y modificar su estructura arquitectonica, de manera que el alumno con capacidades diferentes tuviera la facilidad de acceder a las aulas, auditorios, sanitarios, áreas administrativas, culturales, deportivas y de recreación. Posteriormente, ya como diputado local, y como presidente de la Comisión de Niñez, Juventud, Adultos Mayores y Discapacidad, Monroy propuso al pleno del congreso el programa Colima Accesible, que en sus propias palabras "busca eliminar de manera universal las barreras arquitectónicas y de comunicación que hasta ahora condicionan el libre tránsito de las personas con discapacidad motriz, auditiva o visual".
El programa fue aprobado y puesto en marcha, y aunque son visibles algunos resultados, tambien es de senialarse que la velocidad a la que se efectuan los cambios no es la ideal, ademas de que esta resultando dificil modificar estructuras -tanto fisicas como a nivel de sociedad- que han sido excluyentes durante muchos anios. Por ejemplo, hay calles, como la General Nuniez al norte del jardin del mismo nombre, en el que las banquetas son estrechas, altas, y tienen postes atravesados, lo que impide la circulacion de alguien en silla de ruedas, de manera que es una imagen cotidiana el ver a personas afanandose en su silla de ruedas a lo largo del carril para bicicletas, que no es respetado por los automovilistas. Otro problema es que el cambio de rehiletes por barras electronicas va muy lento, y hay camiones que cuentan con los dos dispositivos al mismo tiempo, lo que hace inutil la supuesta modernizacion.
"Durante muchos años luchamos y luchamos porque nuestros derechos quedarán garantizados en todo tipo de leyes y reglamentos, así pasó, pero luego nos dimos cuenta que aún teniendo esos derechos garantizados por la ley, en la práctica era imposible su ejercicio pues las calles, escuelas, las empresas, los espacios de trabajo, la infraestructura hotelera, cultural y deportiva, y en general todos los espacios públicos mantenían su vieja arquitectura excluyente". David Monroy se refiere a la Ley para el Desarrollo e Incorporación Social de las Personas con Discapacidad, que a pesar de en teoria se complementa con el programa que el propuso el anio pasado, sufre estancamientos "cuando el gobierno y/o los empresarios tienen que desembolsar algún dinero para la adaptación de infraestructura". Asimismo, considera que hace falta mas interes por parte de la actual dirigencia del Incodis para seguir desarrollando el programa, que en su origen fue concebido con nueve lineas de trabajo: gobierno accesible, escuela accesible, transporte accesible, empresa accesible, vivienda accesible, deporte accesible, turismo accesible, accesibilidad al medio tecnológico y ciudades y comunidades accesibles.
Cuando el gobernador Silverio Cavazos puso en marcha el programa Colima Accesible, senialo que pronto Colima estaria a la vanguardia del pais en este rubro. Aun en ese caso, es una realidad que en el pais no se cuenta aun con una cultura de apoyo e integracion a todas las comunidades que conforman la sociedad, tanto a nivel institucional como social. La eliminacion de barreras para personas con capacidades diferentes no es una prioridad real de las autoridades, pero sobre todo, no es una prioridad de la sociedad, ya que durante muchos anios se mantuvo a las personas con capacidades diferenciadas en una especie de indiferencia que los separo del resto de la sociedad y que ahora dificulta su integracion.
En otros paises este proceso ya se dio hace decadas, y nuestros socios comerciales del norte, por ejemplo, cuentan con la infraestructura fisica y la conciencia social que permiten el desarrollo mas armonico de una sociedad incluyente. A manera de final, es interesante compartir el caso de Canada, donde la integracion de la gente con capacidades especiales a la sociedad registra un avance tal, que los programas que se suman a la infraestructura ya existente no se anuncian con bombo y platillo, sino que son vistos como parte normal del desarrollo social, y como una de las obligaciones del gobierno.
Asi, podemos poner el ejemplo de una persona en silla de ruedas y sus movimientos a lo largo del dia: en la maniana, sale de su casa y se dirige a la parada del camion. No tiene problemas para cruzar las calles porque todas, absolutamente todas las aceras de la ciudad tienen rampas con pendientes suaves y una superficie antiderrapante. Para cruzar algunas avenidas, la persona aprieta un boton, instalado en la base del semaforo, que le permite modificar el ciclo del aparato y darle preferencia para cruzar, acelerando la aparicion de la luz roja y anunciandola con un sonido que recuerda un trino de ave, y que tiene un tono diferente segun se trate del cruce norte-sur o este-oeste. En la parada del camion, un horario adosado a la caseta donde puede entrar con su silla de ruedas, le indica, con numeros resaltados en color negro, la hora a la que pasa el siguiente camion que cuenta con rampa para silla de ruedas. Por ley, hay cuando menos un camion de este tipo cada hora. Dentro del autobus, si hay gente que viaje en los primeros asientos, se levantan y le ayudan a plegar las primeras filas de asientos, de manera que se abre un espacio en el que puede estacionar su silla, que tambien puede asegurar a traves de correas elasticas que evitan accidentes en el momento en que el transporte arranca o frena. Para bajar del autobus, el chofer detiene completamente la unidad y ayuda personalmente a que el usuario descienda hasta la calle. En ocasiones son los mismos pasajeros los que hacen esto. Supongamos que la persona se dirige a su trabajo. Al llegar al edificio donde trabaja, aprieta un boton instalado junto a la puerta principal y esta se abre de manera automatica, permitiendole la entrada. En el elevador, los botones estan a una altura que le permiten pulsarlos con comodidad, y cabe mencionar que en ambos casos los dispositivos cuentan con texto en Braille, que facilita a los debiles visuales la identificacion de cada mecanismo. En los servicios sanitarios de los edificios siempre se cuenta con instalaciones adecuadas para quienes usan sillas de ruedas, y lo mismo pasa cuando la persona sale de su trabajo y realiza actividades recreativas: los cines, teatros y las instalaciones deportivas cuentan con toda la infraestructura necesaria para que una persona con capacidades diferentes lleve una vida completamente normal.
Suena idilico, pero es posible. Un paso importante es la puesta en marcha de programas que vayan modificando las estructuras arquitectonicas y de servicios que todavia son excluyentes, para volverlas universales. Para esto se necesita la voluntad de las instituciones gubernamentales y el apoyo de la inversion privada. Sin embargo, tan importante como la inversion y las modificaciones arquitectonicas, es un cambio en la percepcion de la sociedad hacia la comunidad con capacidades diferentes. La sensibilizacion y la participacion social seran un elemento determinante para terminar con la invisibilidad de este grupo social y permitirnos un desarrollo conjunto e incluyente.