Conciencia

viernes, 5 de octubre de 2007

Jueves 4/oct/07: La reina



I: Buenos días
Cantan los Tucanes de Tijuana: “Se baja una bella dama / con cuerno y camuflajeada / de inmediato el festejado / supo de quién se trataba: / era la famosa Reina / del Pacífico y sus playas / pieza grande del negocio / una dama muy pesada”. Es la canción Fiesta en la Sierra, con la que hace tres años este grupo introdujo a la ahora detenida en el mundo de los narcocorridos. Las palabras misteriosas de hoy son: la reina sonriente, fugas.

II: “Yo sí me doy un tiro con ella”, dice Germán Dehesa
El agente, que empezó hablándole de usted, cambia el tratamiento cuatro preguntas después: “¿A qué te dedicas?”. Ella levanta las cejas, y con tono despreocupado responde “Al hogar… y al comercio”. “¿Qué comercias?” es la siguiente pregunta, y ella responde: “Ropa, rento casas”. “¿Por qué estás aquí?” “Por una orden de aprehensión, con fines de extradición”, responde Sandra Ávila Beltrán, y la sonrisa llena su cara.

Nadie en México quedó indiferente tras ver la presentación a los medios de la que ha sido calificada como “una líder histórica en trasiego de la cocaína de Sudamérica a México”. Sandra Ávila, conocida como La reina del Pacífico, impresionó con su porte, displicencia y actitud segura, que se oponen a la imagen que tradicionalmente se tiene de los delincuentes detenidos. Respondió las preguntas mirando sonriente a la cámara, no al interrogador (permitiéndose la frivolidad de quitarle un año a su edad), y bajó las escaleras del recinto donde la presentaron a los medios como si fuera la anfitriona de la casa, no una prisionera con negras perspectivas.

“¿De qué se ríe La Reina?”, pregunta el diario El Universal. Un miembro del Instituto Mexicano de Psiquiatría responde que se trata de disociación ideoafectiva, un comportamiento que deshumaniza a la persona y no le hace ver el mal que ha cometido. Sin ser criminólogo, me apunto con otra teoría: Sandra Ávila sabe, o cree, que tiene muy buenos abogados, mucho dinero, y la infraestructura necesaria para librar este obstáculo en su carrera. Ya sea por medio de un “error de procedimiento” a la hora del proceso, por medio de buenas coartadas y buenos abogados, o a través de métodos más radicales, La Reina del Pacífico confía en que no va a pasarle nada. Por eso le sonríe a las cámaras.

III: “Pélate carnal”
Razones no le faltan a Marcelo Ebrard para querer sacarse de encima a la reclusa incómoda. El penal de Santa Marta Acatitla es de mediana seguridad, y el tener a Sandra Ávila entre sus paredes implica marcación personal de tiempo completo, así como el impedimento de que salga de su celda y se relacione con otras reclusas. Además, la historia reciente muestra que los cárteles son tan osados como para intentar un rescate a punta de bala, o peor aún, usando métodos más “quirúrgicos” (por repetir el adjetivo que la PGR usó para referirse a la detención), lo cual no está lejos del alcance de una organización criminal si damos por cierto que obtuvo ingresos por 10 mil millones de dólares en 14 años, como aseguran las autoridades.

Uno que ganaba mucho menos dinero que eso se fugó, precisamente del penal de Santa Martha Acatitla, de una manera inédita hasta entonces y que, hasta donde tenemos información, solo ha sido intentada en otras dos ocasiones en la historia de las prisiones: por vía aérea. A las 6:01 de la tarde del 18 de agosto de 1971, el piloto veterano de la guerra de Vietnam Roger Guy Hersner hizo descender en el patio de la prisión de Santa Martha un helicóptero Bell 67 pintado de manera similar a los de la PGR. Llovía intensamente. Bajo el aguacero, dos figuras corrieron hacia el helicóptero: se trataba del venezolano Carlos Antonio Contreras y el norteamericano David Kaplan, quien había orquestado y financiado la operación. 7 segundos, presume Kaplan en su libro, es lo que duró la fuga del siglo. El estupor de los guardias fue tal, que nadie soltó un tiro ni hizo nada por detenerlos. El helicóptero se dirigió hacia Actopan, Hidalgo, donde abandonaron el aparato y despegaron en una avioneta Cessna 150, que los llevó a Soto la Marina, Tamaulipas. Kaplan voló de ahí a Los Ángeles, y Contreras tomó un avión a Ciudad Juárez, luego un camión a San Luis Potosí, de ahí en Taxi a Veracruz, y del puerto otro taxi hasta Belice, donde finalmente tomó un avión a Caracas, vía Panamá. Ninguno de los dos fue recapturado.

De acuerdo con el periodista Jesús Blancornelas, en 2005 los Zetas planearon la fuga de Osiel Cárdenas de la prisión de La Palma usando un par de helicópteros, pero el plan fue frustrado por los servicios de inteligencia militar. Ebrard no quiere que eso pase bajo su mandato, por eso le urge deshacerse de la papa caliente.

IV: Por si fuera poco
No tan sonriente, pero tampoco con la cabeza gacha, Juan Diego Espinoza, alias El Tigre es otra historia, y por lo visto, también es todo un personaje. A la pregunta del agente “¿a qué te dedicas?”, respondió muy orondo “a la parapsicología”. Sin palabras.

El video de la canción de Los Tucanes de Tijuana, en la que Fabiola Campomanes personifica a la Reina del Pacífico está en el blog, junto con algunas fotos: ernestocortes.blogspot.com. Los leo: ernesto@cuerdacueroycanto.com

1 comentario:

A i n a r a * dijo...

awetzz! sabiiia ke ibas a escribir sobre ella... nimodo ke nooo!!