Conciencia

jueves, 29 de marzo de 2007

Jueves 28/mar/07: Las intervenciones

Columna Lítica

Ernesto Cortés

I: Buenos días

Ninguna novedad en el apocamiento de los diputados locales para abordar el tema de la Ley de Sociedades de Convivencia. Era de esperarse que ninguno se quisiera echar ese trompo a la uña y abanderar un tema que, a pesar de haber sido rebasado hace años en países de primer mundo, acá todavía provoca miedo y reacciones intolerantes. Tampoco novedad, pues, las manifestaciones de algunos legisladores respecto a las intervenciones urbanas que efectuaron los artistas del grupo Arma. Cada quien hace lo que puede con el nivel de conciencia que tiene. Las palabras misteriosas de hoy son: ignorancia, arte, cultura.

II: La intervención urbana

El diputado Chapula, efectivamente y como lo dijo en una entrevista, desconoce esta expresión artística. Ignora que la intervención urbana y la instalación se han practicado desde más de cuatro décadas, y que constituyen una de las maneras más efectivas de tender un puente entre ese algo aparentemente inasible que subyace en la esencia de todos los elementos que componen la ciudad, y el observador, que inevitablemente es tocado por lo que ve. Los mismos diputados son la prueba del éxito de esta intervención urbana; no pudieron quedar indiferentes ante la acción, ellos son la muestra de que el acto del grupo Arma logró su objetivo: tocar a la gente. La cosa es que, como dice el dicho, la cuchara saca lo que tiene la olla, y si una persona no tiene la sensibilidad y la disposición suficientes para que una obra lo impacte de manera poética, su reacción va a ser la correspondiente a lo opuesto.

El hecho de que el diputado Peralta se refiriera a las intervenciones artísticas como una ofensa a los valores históricos es solo una más de las manifestaciones del conservadurismo que se puede ver en otras acciones –o inacciones- de su quehacer político. Pretender aplicar el puritanismo político al área de las artes es un atrevimiento. Seguirán haciéndolo en el Congreso mientras se lo permitamos a través de nuestro voto, pero el campo de la creación no les pertenece y no puede ser legislado ni reprimido. Los artistas se mueven en otra esfera, se rigen por otras normas, pelean una batalla en la que algo tan subjetivo como el placer estético constituye uno de los fines de la brega. Los artistas han atisbado más allá de lo común y pretenden, a través de su acción, traernos un fragmento de ese entendimiento que han encontrado del otro lado.

Wendy Hernández revela, más que esconder, al rey Colimán. Afirma su importancia al embalarlo, y provoca una reflexión sobre los valores culturales e históricos en estos tiempos de reglas impuestas por el mercado. El toro sobrio y cotidiano de la Villa se convirtió en una provocación festiva bajo la mano de César Burgos (por cierto, Premio Estatal de la Juventud en 2005), que lo vistió de colores y lo renombró bajo un título que admite muchas interpretaciones: La villana. Los muñecos de trapo en el Jardín Libertad, las fuentes con agua de colores y los “capullos urbanos” en los portales son otras maneras de atraer la atención y provocar una reacción, y en el caso de estos últimos, un interesante medio de encausar lo que hay de negativo en la comunicación humana. Nadie se queda impasible ante estas intervenciones.

IV: Es que el arte ya no es como antes

Son bonitos los cocos, los limones y las palmeras, sí, pero lejos quedó el tiempo en que “arte” quería decir un cuadro de sandías y plátanos pintados en perfecta proporción y sombreado. El muro sufrió un mazazo mortal el día de 1874 en que Monet exhibió Impresión, amanecer y la pintura dejó de ser rígida y de retratar una realidad consensuada de límites definidos. Luego vinieron muchos otros, Van Gogh, Cezanne, Gaugin, Munch, Picasso, Duchamp, Dalí: todos fueron abriendo otras ventanas y ampliando las posibilidades del campo estético: el arte estalló; imposible controlar los límites de la creación; banal cosa querer ordenarlo y clasificarlo todo; pueril el pretender un arte antiséptico, complaciente.

El arte es un reflejo del mundo que vemos, y del que no vemos; y los dos se pueden pintar con más colores que los de una caja de crayolas.

Martes 26/mar/07: Guitarras

I: Buenos días

Han sido días de mucha música en la ciudad. El sábado pasado, además de la Banda el Recodo, pudimos deleitarnos con el Festival de Rock Colima 2007, del que ya hablaremos el domingo. Ayer lunes, dio inicio otro festival, Guitarromanía, que nos permitirá gozar en Colima de algunos de los mejores guitarristas clásicos de México y del mundo. Las palabras misteriosas de hoy son: música, guitarra, festival.

II: Un poco de historia

El origen de la guitarra se remonta a cuando menos 5000 años atrás. Fue introducida a occidente por los moros alrededor del siglo X, pero en Asia ya se conocían desde mucho antes. Un antepasado formal es el oud (ud) árabe, al que los españoles le agregaron el artículo femenino “la”, convirtiéndolo erróneamente en “laúd”, pero si nos vamos mucho más atrás, podemos intuir su origen en un anónimo cazador que descubrió que la membrana animal estirada producía un sonido. Desde entonces, ha pasado por infinidad de cambios y adecuaciones, de las que han surgido otros instrumentos, como la vihuela y una larga lista de derivaciones latinoamericanas adaptadas a la música folclórica de cada país emparentadas, en mayor o menor medida, con la guitarra (tresillo cubano, cuatro venezolano, requinto, charango, jarana veracruzana, etc).

George Beauchamp produjo la primer guitarra eléctrica en 1931, y obtuvo la patente en 1937. De ahí en adelante, con el desarrollo de nuevas tecnologías, la guitarra se ha beneficiado grandemente hasta convertirse prácticamente en un generador infinito de sonidos gracias a las posibilidades de los compresores, procesadores de efectos, ecualizadores y sintetizadores que le pueden ser conectados.

La guitarra es, sin duda, el instrumento más popular y más tocado en el mundo hoy en día, después de la percusión. En un grupo de amigos siempre hay alguien que toque la guitarra, y en las reuniones familiares no falta el tío que canta las rancheras. Esta popularidad es resultado de siglos de evolución, que no parece tener fin, pues cada

III: El festival

En Colima se desarrolla esta semana, por segunda ocasión, el festival Guitarromanía, organizado por la Universidad de Colima, e impulsado por el maestro Simone Iannarelli (buen guitarrista, por cierto). Además de las actividades académicas, que son en su mayoría orientadas a los alumnos de la licenciatura en música del Instituto Universitario de Bellas Artes, el festival contempla conciertos cada noche en la Pinacoteca Universitaria. Ayer dio inicio el festival con un concierto del quebequense David Jaques. Hoy continúa, a las 8:30 de la noche, con la presentación del dueto italiano Bandini – Chiachiaretta, quienes deleitarán a los asistentes con una combinación de guitarra y bandoneón, y mañana se presentará el guitarrista Gonzalo Salazar, considerado como uno de los mejores exponentes contemporáneos de este instrumento. Los conciertos y actividades continúan hasta el viernes, así que hay que aprovechar.

IV: Aparte

Por otro lado, ayer se llevó a cabo la presentación de gala de la película Morirse en domingo (a la cual no fuimos requeridos, pero a la que nos pudimos colar). La cinta tiene en el papel protagónico al actor colimense Silverio Palacios, quien da vida a un empresario de pompas fúnebres de no muy rectas maneras. Su actuación es muy buena, aunque el guión, a mi parecer, deja mucho qué desear, pues aparecen conflictos muy flojos, que no se sostienen por sí solos y que desde el principio hacen que la historia carezca de solidez o incluso de lógica. En fin, esas son cosas del guionista (Antonio Armonía) y el director (Daniel Gruener). Los actores hacen lo suyo, en su mayoría de buena manera, y entregan una película llena de irreverencia y atrevimiento que sólo sería posible en México dada nuestra peculiar relación con la muerte.

A Silverio Palacios lo habíamos visto antes en Y tu mamá también, Sin ton ni Sonia (por la que fue nominado a un Ariel), Matando Cabos y Cuatro cuartos, además de otras apariciones en televisión, incluyendo comerciales. Por lo que entendemos, este es su primer protagónico, y lleva bien el peso de tal responsabilidad. Enhorabuena.

http://blog.cuerdacueroycanto.com

domingo, 25 de marzo de 2007

Domingo 25/mar/05: El caso Borat



La primera vez que vi a Borat, en una entrevista con Jon Stewart, pensé que se trataba de una persona y no de un personaje. Me desconcertó totalmente su antisemitismo y el hecho de que emitiera tan abiertamente opiniones políticamente incorrectas como si se tratara de chistes, ofendiendo al mismo Stewart, judío por cierto, quien tuvo que cortar abruptamente la entrevista.

Borat Sagdiyev es en realidad uno de los personajes de Sasha Baron Cohen, un actor inglés, judío, que aparició en la televisión británica en 1998, con su personaje Ali G, un “periodista” mezcla de rapero, pandillero y rastafari, que se expresa con una gramática incorrecta hasta el absurdo y que aparenta ser un verdadero ignorante, aunque en un descuido puede disparar preguntas inteligentes y meter a la gente en aprietos.

En 2000, Ali G tuvo su propio programa, The Ali G Show, de donde surgió Borat, un periodista kazajo dedicado a mostrar, a través de reportajes, la vida social en Inglaterra (y de Estados Unidos, cuando HBO produjo la segunda temporada del show). Borat expresa su misoginia y odio a los judíos constantemente, además de provocar situaciones incómodas debido, supuestamente, a su ignorancia de las reglas sociales y costumbres occidentales (la cúspide de estas situaciones podría ser cuando trató de llevar –literalmente- a la cama, nada menos que a Martha Stewart, en el programa de Jay Leno).

Caracterizado, Baron Cohen ha entrevistado a decenas de figuras públicas que, sin sospecharlo, han sido el hazmerreir a través de entrevistas cuyo propósito en realidad es desconcertar al cuestionado para hacerlo decir cosas absurdas o incluso peligrosas. James Broadwater, candidato republicano ultraconservador al Congreso norteamericano fue entrevistado en 2004 por Borat, quien lo hizo decir “yo pienso que los judíos se van a ir al infierno”. De igual manera, Ali G hizo asegurar a Edwin Aldrin que “la luna existe”, y exasperó hasta el límite a Noam Chomsky mismo, a quien hizo una entrevista sobre el lenguaje. Otros blancos han sido David y Victoria Beckham, Pat Buchanan, Jenna Jameson, Donald Trump y una larga lista de personajes, entre los que destaca Boutros Boutros Ghali (a quien Alí G llama “Boutros Boutros Boutros Boutros Ghali”) ex secretario general de las Naciones Unidas, que es cuestionado insistentemente sobre la posibilidad de que Disneylandia se convierta en un país aceptado en la ONU, y a quien le pide que le enseñe a decir y a deletrear “mierda” en francés.

La primera película de Sasha Baron Cohen fue Ali G Indahouse (2002) que no tuvo tanto éxito como su sucesora, Borat: Enseñanzas culturales de América para hacer beneficio a la gloriosa nación de Kazajstán (2006), misma que obtuvo una nominación al Oscar por Mejor Guión, aunque, irónicamente, la mayor parte de la película se basa en la improvisación y la generación de situaciones extremas, a partir de un supuesto reportaje para el que Borat es comisionado por parte del Ministerio de Información de su país.

La película ha despertado polémica como ninguna otra comedia lo había hecho antes, incluso a niveles gubernamentales. En Kazajstán las opiniones están divididas, pues mientras unos se quejan de que Borat los hace ver como un pueblo primitivo y salvaje, otros dicen que él ha logrado en pocos años lo que las autoridades no habían podido en 15 de independencia: poner al país en el mapa, hacer que se hable de él, despertar la curiosidad internacional sobre esa enorme nación de la que se sabe tan poco. En cuanto al sexismo y el antisemitismo, Baron Cohen los justifica como parodias llevadas al extremo para ridiculizar a los que sostienen en la vida real esas posturas.

Un momento delirante de la película de Borat se da cuando el periodista es invitado a cantar el himno norteamericano en un rodeo en Texas, pero antes de hacerlo se lanza a una perorata donde, entre otras cosas, dice a los asistentes que en su país “apoyamos su guerra de terror” y hace votos porque “George Bush mate a cada hombre, mujer y niño de Irak”. Al final de la arenga, se lanza a cantar el supuesto himno de Kazajstán, que en realidad es una serie de diatribas contra todos los otros países del mundo. Borat tuvo que salir huyendo, junto con el equipo de producción, porque la multitud estaba dispuesta a lincharlo.

Es un humor provocador, retador, por decir lo menos. No aspira a ser un humor cómodo, sino todo lo contrario: está lleno de púas y trampas, pero también está presentado por un actor de cualidades extraordinarias para la comedia, que nunca deja su personaje y que no acepta dar entrevistas si no es caracterizado como Ali G, como Borat, o como Bruno, el reportero austriaco homosexual que será el personaje central de una nueva película que será estrenada en el 2008. Ya sea en cine o por internet (youtube.com) vale la pena ver el trabajo de Sasha Baron Cohen. Puede gustarle o no, pero es seguro que no lo dejará impasible.

Domingo 25/mar/05: México en escena

Por segunda ocasión consecutiva, la compañía de teatro colimense Cuatro Milpas A.C. obtuvo la beca federal México en Escena, lo que permitirá a este grupo financiar más de un centenar de representaciones teatrales, así como una serie de cursos y talleres de varias especialidades relacionadas con las artes escénicas que se ofrecerán a toda la comunidad teatral colimense, y que serán impartidos por expertos venidos, en su mayoría, de la Ciudad de México.

México en Escena es una beca del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA), que es sometida a concurso cada dos años y que va apenas en su segunda edición. Esta beca consiste en un apoyo económico de hasta un millón de pesos que se otorga por un año y que puede ser renovado por un segundo año si los resultados son satisfactorios y si se propone un programa de trabajo que justifique la entrega de un segundo monto. En el caso de Cuatro Milpas, que es dirigido por la maestra Janet Pinela, lo obtuvieron en la primera emisión y lo renovaron en un segundo año; posteriormente, concursaron en la versión 2007 y fue uno de los diez grupos favorecidos en el área de Teatro.

A decir de Janet Pinela, la obtención de esta beca se da gracias a los resultados que el grupo ha entregado al FONCA, pues se han sobrepasado los compromisos que el mismo grupo estableció. Por ejemplo, se ofrecieron alrededor de 130 funciones por año, superando lo pactado inicialmente, que eran 110 representaciones. Asimismo, la beca resultó un impulso importante para la profesionalización y la internacionalización del grupo, que realizó una coproducción binacional de la cual, además de funciones en Colima y en el DF, se ofreció una temporada de 16 funciones en Montréal, Canadá; asimismo, el grupo exportó tres actores, que actualmente se encuentran trabajando en Montréal, contratados para la obra Chasseurs, dirigida por Eric Jean. De igual manera, en este mismo rubro de la internacionalización, se registró a Cuatro Milpas como una empresa cultural en Canadá, lo que permitirá, en un futuro, que el grupo tenga más facilidades para presentar sus obras en este país.

Aunque la beca México en Escena se entrega a un grupo, a fin de cuentas el beneficiario es el público, pues no se trata de un “premio” que se distribuye entre los miembros del grupo, sino de un fondo que compromete a la compañía a realizar cierta cantidad de funciones (muchas de las cuales son gratuitas) y a ofrecer actividades educativas que impacten a la población del lugar de origen del grupo ganador. En el caso de Colima, durante los últimos dos años, y gracias al apoyo de México en Escena, Cuatro Milpas, además de las funciones, ofreció talleres de teatro en los que se vieron beneficiados varias decenas de niños y adolescentes, y trajo maestros de diversas ciudades de México y del extranjero que ofrecieron talleres en áreas como dramaturgia, dirección, actuación, voz, lengua francesa, apreciación musical, acrobacias y arte circense, entre otros, totalizando un total de 17 talleres. Por otro lado, Colima se dio a conocer en el panorama internacional como centro de formación teatral al ofrecer un taller al que asistió el grupo de teatro Triplex, de Canadá.

Como parte del impacto de México en Escena en los últimos dos años en Colima, se puede mencionar el montaje de diez obras de teatro, dos de ellas con niños actores, en las que participaron cinco directores y que llevaron a la compañía a presentarse en Pachuca, DF y Montréal.

Como referencia, otro de los beneficiarios este año (también por segunda ocasión), pero en el área de música, fue el cuarteto de percusiones Tambuco, a quienes este programa les permitió venir a nuestra ciudad el año pasado y ofrecer tanto un concierto de gala como un concierto didáctico para estudiantes de secundaria y preparatoria. México en Escena pone énfasis en que los ganadores del recurso lo destinen también a las actividades educativas, propiciando así un trabajo integral por parte de las compañías, que no se limitan a reproducir obras, sino que también comparten el conocimiento con el público.

Con la obtención de esta beca, Janet Pinela planea traer a Colima más cursos que sirvan para la formación tanto de los actores de su grupo como de otras compañías, pues se abrirán a la comunidad teatral en general. Asimismo, planea que Cuatro Milpas consolide su repertorio teatral y lo acrescente con tres nuevos montajes, uno de los cuales se presentará en Canadá a principios de 2008. Al finalizar el año cubierto por la beca, se habrán ofrecido un total de 108 funciones.

En opinión de Janet Pinela, “en Colima hay otros grupos que tienen la calidad necesaria para obtener México en Escena”, y el hecho de obtener nuevamente la beca es un halago, pues se compitió con 56 grupos de teatro de México, y Cuatro Milpas fue uno de los dos ganadores que no están basados en el DF, siendo el otro ganador de provincia el maestro Luis de Tavira, en Michoacán. Con esto, Colima se consolida en el escenario nacional y se ofrecen las herramientas para que otros grupos locales crezcan y se siga fortaleciendo el teatro colimense en nuestro país y en el extranjero.

sábado, 24 de marzo de 2007

Sábado 24/marzo/07: Rock y ska

I: Buenos días

Uno de los primeros rockeros a los que vi sobre un escenario fue al Señor González, cuando se desempeñaba como percusionista de la desaparecida banda Botellita de Jerez. En el ’93, si no mal recuerdo, se apersonaron en el Casino de la Feria para dar un concierto mal publicitado al que asistimos tan pocos, pero tan pocos, que estábamos casi todos arriba del escenario, sentados en el piso, disfrutando de la música en primer plano. “Pocos pelos pero bien peinados”, fue la frase de Armando Vega Gil con la que inició aquel concierto, en el que los botellos tocaron como si el lugar estuviera lleno, divirtiéndose y entregándose. Las palabras misteriosas de hoy son: festival, rock, ska.

II: El visitante

El Señor González regresa a Colima hoy sábado, ahora con la banda Monocordio, a participar en el festival de rock que organiza la Secretaría de Cultura. La última vez que vino, dio un buen concierto en el Polideportivo de la Villa, habiendo reavivado su relación con Colima tras su participación en el primer disco como solista de Arturo Hernández, ex vocalista de la banda El Cerillazo, referencia obligada en la historia del rock local que durante los 90s sonó con mucha calidad en Colima, proponiendo espectáculos multidisciplinarios en los que la música se unía al performance y al video.

El Señor González es una de las figuras más importantes, del, digamos, lado B del rock nacional. No tiene la antigüedad de Alex Lora o ni es genuflexo como Fher, pero tiene más talento que los dos juntos. El instrumento que eligió para la escena –la percusión- tiene características especiales en las que el talento se demuestra no siempre con la velocidad o la espectacularidad (que las tiene), sino también con la creatividad, la pertinencia y hasta el silencio. Además, es un buen compositor que domina otros instrumentos y que, acompañado en su momento por músicos como Fratta –en el bajo- y el Pana –en la guitarra- hacía muy buenos arreglos en vivo. Lo recordamos en su momento de “éxito comercial” con temas como “Burbujas de jabón”, como solista. Veremos qué nos ofrece ahora con Monocordio.

III: Los locales

Además de las bandas de rock Enema e Indigo, que estuvieron recientemente en el Festival por la Fundación de Colima, y de los visitantes Palomazo Informativo, Fratta y Ceci Leos, se anuncia la participación de El último andador, una de las mejores bandas del ska local, lo que le dará el toque de variedad a este festival. Los integrantes de El Ultimo andador (llamados así por cierto andador de la colonia Senderos del Carmen, donde vivían, o viven, los integrantes) son músicos educados que llevan varios años tocando juntos, y que lo mismo interpretan ska clásico de los Skatalites que sus creaciones propias, en las que combinan el ska con reggae, rock, y hasta punk y cumbia. Traen una sección de metales bien ensayada y una base rítmica sólida, y la banda juega con su capacidad de cambiar de género de un compás al otro sin que la interpretación se les caiga. Su sonido tiene muy buen sabor, de modo que podemos esperar un buen concierto de esta novena de músicos.

Aunque no están anunciados en el programa oficial, extraoficialmente sabemos de la participación de Zácatl Putuni, una banda colimense de ska, derivada de una anterior llamada Nativos, que lo mismo hacía percusión africana que reggae. Los integrantes de Zácatl Putuni, además de la música, se dedican a otras actividades artísticas que van de las artes plásticas (el baterista) a las artes circenses (el guitarrista), pasando por la elaboración de instrumentos musicales, la danza con fuego y el arte a partir de elementos reciclados. En cuanto a la música, esta banda interpreta canciones propias y algunas clásicas del reggae y el ska, hablando en sus letras de temas sociales, ecológicos y de una cultura de paz.

IV: Los datos

El festival dará inicio hoy a las 17:00 horas con la participación de Indigo. De ahí en adelante se irán presentando los grupos en un desfile que se espera dure hasta la 1 de la mañana. La cita es en el Parque Hidalgo, y lo mejor es que la entrada es libre.

jueves, 15 de marzo de 2007

Martes 14/mar/07: El maíz

I: Buenos días

Uno de los primeros recuerdos de mi vida es mi abuelo sembrando maíz. Andaba por los 83 años y me llevaba a sembrar con él a un terreno de la entonces periferia del entonces pequeño pueblo del sur de Jalisco donde vivíamos. De él oí por primera vez las palabras milpa, olote, jilotillo, huitlacoche, mazorca. Lejos estaba de imaginar en aquel entonces que el maíz alguna vez se vería amenazado: crecía visiblemente feliz, agradecía el agua que día a día yo le llevaba en un baldecito de mi tamaño. Antes de que en la escuela me enseñaran que de la semilla sale una planta, yo ya lo sabía, gracias al maíz. Las palabras misteriosas de hoy, las de honor, están anotadas ahí arriba.

II: Palabras

En inglés, maiz se dice corn. Pero no hay palabra para decir milpa (se tiene que decir corn plant), como tampoco la hay para decir jilotillo, huitlacoche ni olote. Ni tamal, ni mixiote ni atole ni tejuino. En inglés el maíz es un negocio, no una cultura.

En inglés, lo que importa es que el maíz crezca rápido, que resista plagas, que resista los químicos que se le ponen al maíz para resistir los químicos que se le ponen al maiz para protegerse a sí mismo. Importa que se venda bien, que se vean las mazorcas grandotas, jugosas, dorados los granos, limpios de cualquier huitlacoche. En inglés, el maíz es uno de los agronegocios más importantes, y por lo mismo, es objetivo de “mejoras” y experimentos transgénicos varios. En inglés, el dios del maíz no se llama Centéotl, como en náhuatl; en inglés, el nombre del dios es Monsanto.

III: Terminator

Pero entonces vino el hombre y su desarrollo, y creó la tecnología Terminator. En Estados Unidos se les ocurrió que para vender aún más, había que inventar una semilla de un solo uso, y lo hicieron. Entre las posibilidades de los alimentos transgénicos se encuentra la de crear un maíz cuya semilla es estéril, de manera que el campesino, para poder volver a sembrar, tiene que comprar de nuevo toda la semilla, interrumpiendo así el ciclo milenario de la separación de semilla para la siguiente cosecha.

Empezaron a exportar esa semilla y a regalarla como “ayuda humanitaria”, sobre todo en África Subsahariana. En México, compraron terrenos y los sembraron de Terminator. Cuando el pólen de estos campos contaminó los campos de los agricultores vecinos, y éstos se quejaron porque las semillas salieron estériles, los dueños de Terminator demandaron a los campesino por “robo de tecnología”. Y ganaron.

Y tan adentro se metieron, tan en la cocina, que el gobierno mexicano, a través de Alberto Cárdenas Jiménez, está insistiendo en que la solución al problema del maíz es importarlo, transgénico. Aprovechando que en menos de un año se abre el capítulo maíz del TLC, están calentando el ambiente para que la entrada de Monsanto por la puerta grande parezca algo natural, incluso necesario.

IV: Y entonces

Hay algo llamado Síndrome de Estocolmo, que en los últimos años los científicos sociales han utilizado para explicar el porqué de nuestro actuar en nuestro propio detrimento. Este síndrome describe la situación en la que el secuestrado se enamora de sus captores. Según los observadores de la realidad actual, el planeta está sumergido en este síndrome: felices compramos en Walmart que explota a los trabajadores, felices abrazamos la música extranjera en detrimento de la cultura nacional, felices dejamos que mueran las lenguas indígenas, felices seguimos tirando basura y contaminando el ambiente, felices vamos sobre las semillas transgénicas, adiós autonomía alimentaria, adiós biodiversidad.

Yo no sé hasta dónde llega la ignorancia y hasta donde la maldad, pero un gobierno que pretende que el maíz transgénico es la solución, realmente nos quiere hacer mucho daño. Estamos a meses de que se consume el gran engaño, todavía no todo está perdido para conservar la autoridad sobre lo que nos llevamos a la boca. La información y la resistencia inteligente, con sentido, es no una opción, sino una obligación.

martes, 13 de marzo de 2007

Miércoles 14/mar/07: Los náufragos

Hace unos días, en una fiesta con un grupo de amigos en Manzanillo, alguien mencionó de pasada a “los náufragos”. Yo, que no sabía a qué náufragos se refería, inocentemente pregunté “¿cuáles náufragos?”. Se hizo un silencio en la sala y todos voltearon a verme: “¿Cómo de que cuáles náufragos? ¡LOS Náufragos!”. Al ver mi perplejidad, comenzaron a mirarme como si yo fuera un bicho raro y con cara de “¿qué le pasa a este tipo, cómo de que no sabe cuáles náufragos?”, así que hube de confesar, de la manera más humilde, y con cierto sobresalto, que no tenía la más remota idea de a qué se referían.

Resulta que el año pasado viví fuera de México durante varios meses. Y resulta que durante esos meses me perdí de una historia que todos los mexicanos conocen: la de los náufragos famosos. Es impresionante cómo puede uno perderse una referencia cultural que por lo que veo ya pasó a la historia mexicana, que forma parte del imaginario nacional y de las leyendas que se guardan en el mismo lugar que la muerte de Paco Stanley y el Chupacabras. En un nivel inicial, créanme, se siente una desazón y una cierta zozobra perturbadora al darse cuenta de que uno no sabe algo que todos los demás saben. Es una ignorancia particularmente desesperante. Ver la expresión de la gente mientras uno se exprime el cerebro produce una sensación casi irreal de estar soñando la escena, porque no se puede concebir que uno no sepa algo que todos, absolutamente todos los demás saben, y tan saben que lo tienen integrado ya como un símbolo más del gran tapiz de la cultura nacional.

Total, que mis amigos se arrebataron la palabra para contarme la historia de los náufragos. Siendo varios de ellos hijos de pescadores, y habiendo vivido siempre a la orilla del mar, el primer juicio que emitieron, apenas comenzada la historia fue: “es puro cuento”. Así que entre retazos de narración y la intercalación multivoz de juicios negativos y datos que exponían la falsedad del caso, me fui enterando maravillado de que justo en los días de más efervescencia por la cuestión postelectoral en el país, un trío de pescadores que había desaparecido de San Blas, en las costas de Nayarit reapareció cerca de las Islas Marshall 289 días después de haber zarpado. Dos de sus acompañantes habían muerto. El asunto, según me contaron, fue ampliamente cubierto por los medios nacionales, en particular la televisión, que dedicó horas de transmisión al tema y convirtió a los rescatados náufragos en héroes.

Sin embargo, me contaron mis amigos, pronto surgieron las dudas sobre la historia y contradicciones en los dichos de los náufragos. No pocos se preguntaron cómo es que habían sobrevivido nueve meses comiendo solamente peces y bebiendo agua de la lluvia. Por qué su salud era tan buena al ser rescatados, si todos los pescadores saben del daño de los rayos del sol en la piel y en los ojos, por no hablar de la deshidratación, el escorbuto, la avitaminosis y una larga lista de problemas que conllevan el estar a la deriva en una lancha, que además “traía dos motores de 250 caballos cada uno. Eso nomás los narcos”. Encima, estaba el asunto de las corrientes marinas, que no correspondían con la ruta, ni en cuanto a la orientación ni en cuanto a la velocidad con que la lancha supuestamente se habría desplazado.

Pero en fin, no se trata de aburrir a los lectores con un refrito de una saga que conocen mucho mejor que yo. Lo que me pareció interesante de todo este descubrimiento de la historia de los náufragos es el microanálisis que se puede hacer de un momento particularmente importante en la vida mexicana, viendo sobre todo la actuación de la prensa nacional a la distancia (temporal y geográfica, por mi parte).


Primero que nada, el momento en que se dio este suceso fue verdaderamente oportuno para ciertas instancias: eran los días de la discusión, de la protesta, de la exigencia de cuentas claras en una elección con irregularidades probadas. Más que en ninguna otra ocasión de la historia mexicana, un proceso electoral había sido fuertemente vigilado y cuidadosamente seguido y documentado por millones de ciudadanos, que a través de los reportes vía internet, de las fotos con celular, de los videos caseros, reunieron pruebas que no hacían tan fácil para el sistema, como en otras ocasiones, ocultar las irregularidades del caso.

Pero Big Brother conoce muy bien la mentalidad de los mexicanos. Y recordó que ya en 1996, con un país convulsionado por las crisis políticas y económicas, un monstruo exótico había hecho su irrupción en las pantallas nacionales como un efectivo medio de distracción para desviar la atención de los problemas que ese año representó para el país; de manera que se vio, en agosto de 2006 que era el momento adecuado para repetir la fórmula del Chupacabras.

No iba a ser tan fácil fabricar otro animal mitológico, y para la idiosincrasia mexicana caería bien un milagro, así que de algún modo aparecieron estos náufragos. Pocos, los implicados solamente, sabrán cuál fue el trasfondo operativo para todo este asunto: salieron de Colombia, apoyados por algún generoso barón; de Panamá, con la colaboración de algún funcionario corrupto del Canal; de Puerto Escondido, tras unas últimas cervezas en la playa Zicatela; o acaso de Puerto Vallarta mismo, vía Guadalajara -Los Ángeles y Honolulu para llegar finalmente a Majuro, en las Islas Marshall (1,834 dólares en clase económica), de donde los volaron en helicóptero a un punto predeterminado donde los esperaba su panga, transportada vía Pacífico gracias a la gentileza de una fragata de la marina norteamericana, cuya amable colaboración fue posible merced a discretas presiones de la CIA cuyo director a su vez fue requerido de hacer este servicio por medio de una llamada telefónica del vicepresidente, que la realizó tras consultar con su jefe y convenir las ventajas que les otorgaría la negociación secreta que acababa de conducir con el caballero de traje de lino negro cuya visita no oficial el gobierno mexicano rogó aceptar con la mayor premura y sigilo.

En fin, son elucubraciones. Pocos sabrán la verdad.

El caso es que la prensa nacional, casi en su totalidad, abrazó el caso de los náufragos y exprimió todo el jugo sensacionalista que la historia pudo soltar. Desde la sorpresa del rescate hasta las sospechas de fraude, pasando por las especulaciones sobre el canibalismo. Era un asunto de prioridad A, escandaloso, morboso, vendible, de modo que las televisoras mandaron reporteros a las Islas Marshall para documentar el traslado de los mexicanos a casa. Los siguieron a Hawai, donde fueron recibidos con guirnaldas y fotografiados por los periodistas locales y de las agencias internacionales. El día que llegaron a México, los tres sobrevivientes dieron una conferencia de prensa apenas pisando territorio nacional.

En la conferencia de prensa, los náufragos fueron cuestionados repetidamente por varios reporteros en torno a las contradicciones que la historia presentaba y a su condición física, que no reflejaba en absoluto lo que una persona sometida a la inclemencia de los elementos marinos sufriría en 289 días a la deriva. Simplemente el escorbuto, enfermedad que minó grandemente a las expediciones que crearon el nuevo mapa del mundo en los siglos XV y XVI, tarda apenas de uno a tres meses en hacer su aparición una vez que se da en la persona la falta de ingesta diaria de vitamina C. Los recién llegados tenían la dentadura intacta y se presentaban rozagantes, con indicios panza chelera uno de ellos.

Sin embargo, en esas está la prensa nacional, en los cuestionamientos, cuando hace su irrupción Ana María Lomelí, de Tv Azteca y se roba la conferencia: como no queriendo la cosa, le da al náufrago Jesús Vidaña un pequeño aparato de televisión donde está la imagen de su esposa y su hija (a quien supuestamente no conoce), que lo están esperando en un estudio de la televisora. La reacción de los demás reporteros es ruidosa y expresa repudio: esto no es un talk show exclusivo, es una conferencia de prensa para todos los medios. Encima, se trata de una transmisión en vivo, red nacional, pero los dos de Tv Azteca no se arredran ni muestran una pizca de ética periodística o mínimo de decencia humana: con la cara más dura que tienen, cínicamente toman posesión y conducción del evento, y ya no se pueden hacer más preguntas: han secuestrado a los rescatados. Esa noche rodará una cabeza menor en Televisa, producto de un ataque de furia del director de noticieros.

A través de internet se pueden consultar varios de los videos que las televisoras transmitieron en esos días de darle vueltas a la noticia. La prensa internacional también se ocupó del caso, prácticamente todas las agencias noticiosas del mundo transmitieron la noticia, aunque fuera de México el tono fue mucho más escéptico. Hubo incluso un reportero de The Independent que el mes pasado vino a entrevistar a Salvador Ordoñez, el último de los rescatados que quedan en San Blas. Los otros dos se fueron del puerto. A partir de esta entrevista, el reportero elaboró un reportaje crítico en el que cita a lugareños, expertos en nutrición y en oceanología, pescadores, autoridades y medios varios, y concluye que el suceso parece más un fraude bien elaborado que un milagro de Dios.

Esta historia no ha acabado. El 20 de enero la periodista Cristina Malvido presentó en Tepic el libro Los náufragos de San Blas, una investigación sobre la historia detrás de la historia. Por otra parte, y poco después del rescate, el exvicepresidente ejecutivo de Tristar Columbia Pictures, Joe Kissack, neoconverso con intenciones de hacer una película de corte religioso, encontró en los náufragos la historia de fe que andaba buscando, y firmó con ellos un contrato para explotar en libro y cine la historia, asegurándoles sueldos y regalías hasta el 2014 por una cifra que, según los rumores, fue de casi 4 millones de dólares.

Es por eso que seguramente en este momento el náufrago Lucio Rendón le exprime una cerveza a su limón mientras recuesta los pies sobre la tumbona forrada con una tela de flores tropicales y se reacomoda los lentes oscuros. Contempla la puesta del sol en el mar con cierto aire de tristeza, y el roce sobre la piel de una de las últimas rachas de aire caliente del día le provoca un estremecimiento. Le da un trago a la cerveza y tras deglutirla, expresa un breve “ah” de satisfacción que se alarga en suspiro. El sol se está poniendo. Lucio se santigua. Como cada día desde que fue rescatado, agradece a la Virgen por estar vivo, porque es rico y ya no tiene que pescar; porque todo salió, a fin de cuentas, como se lo prometió el caballero del traje de lino negro.

(Publicado originalmente en el Semanario Avanzada en febrero de 2007)

Martes 13/mar/07: The way I feel about the neighbour next door

I: Buenos días

Yo no sé qué les voy a decir a mis nietos cuando me pregunten por qué en mis tiempos el mundo permitió que un hombre cometiera tantas atrocidades y pervirtiera el orden mundial a partir de su paranoia personal, su desequilibrio mental y su estupidez. Las cosas pasan tan rápido que todavía no entiendo cómo es que del 11 de septiembre aquel al día de hoy el planeta está tan cambiado, y nosotros tan campantes, como si no pasara nada. Las palabras misteriosas de hoy son: Visita, coeficiente intelectual, analfabetismo.

II: Las visitas tienen hambre

Hoy llega George Bush a Mérida. Todos nos hacemos la pregunta de a qué viene, si, aunque no se concuerde en todo con él, coincidimos con Hugo Chávez en lo de que Bush es un cadáver político. Desde las elecciones de noviembre pasado en el país del norte, el poder de Bush dentro de su país comenzó el descenso en picada, con la pérdida de terreno de los republicanos (atizado previamente por el escándalo sexual del congresista Foley, de Florida, por si algo faltara) y los constantes tropiezos que su política como gobernante de Irak le ha reportado. Bush va de bajada, pero antes de irse va a hacer todo el daño posible, y si no nos cuidamos, nos va a llevar entre las patas. Esperemos que Calderón no le haga mucho caso. Ay, esperemos.

III: Inteligencia y votos

El 4 de noviembre de 2004, The daily mirror, de Inglaterra, publicó en su portada una fotografía de Bush y un encabezado que rezaba “¿Cómo pueden 59,017,382 personas ser tan TONTAS?”, refiriéndose a la cantidad de norteamericanos que votaron por un segundo período del tejano. Ante las protestas de los lectores del otro lado del Atlántico, cuatro días más tarde el mismo medio publicó una estadística en la que se establecía una relación entre los estados que votaron por George W. Bush (y por John F. Kerry), y el promedio del coeficiente intelectual (IQ) de cada estado. De acuerdo con esta lista, atribuída a la publicación IQ And The Wealth Of Nations, los 16 estados con más alto IQ en Estados Unidos votaron por Kerry, entre ellos Connecticut (113), New York 109) y California (101). Virginia, con 100, fue el más alto en votar por Bush. Del lugar 25 al 50, descendiendo de 98 (Alaska) a 85 puntos (Mississippi), todos votaron por Bush.

La estadística es discutible, y hay quienes dicen que es apócrifa, aunque, aún siendo falsa, dice mucho del estado de las cosas. Meses antes, en mayo de 2004, The Economist había publicado una lista muy similar, solo que refiriéndose a las elecciones de 2000, en las que perdió Al Gore. La misma lista había sido impresa en el St Petersburg Times, pero The Economist se retractó la semana siguiente (20 de mayo), estableciendo que los datos no habían podido ser verificados de manera independiente. Antier, Hugo Chávez citó un estudio publicado el sábado pasado por el Lovenstein Institute de Pensilvania, en el que se asegura que Bush hijo tiene un coeficiente de 91 puntos, seguido por su padre, con 98, contrariamente a los 182 de Clinton y los 175 de Carter.

IV: Por cierto

Fui de los insaculados para fungir como funcionario de casilla en las elecciones de las que Fox resultó presidente. Estuve en la colonia Solidaridad, de Villa de Álvarez, donde pude constatar el bajísimo nivel cultural de la gente y el alto grado de analfabetismo. Muchos, no dos ni tres ni cuatro, muchos de los votantes no sabían leer ni escribir, y firmaban con una cruz (en verdad, y yo sentía un dolor en lo más interno cada vez que veía una credencial con esa marca). Lo que más me sorprendió es que todos, absolutamente todos los que no sabían leer ni escribir, me pidieron “usted nada más dígame cómo le hago para votar por el PRI”.

domingo, 11 de marzo de 2007

Domingo 11/mar/07: Roger Waters en Guadalajara

A mi izquierda, un grupo de adolescentes alcoholizados hasta la euforia gritan “Ro-ge-lio ro-ge-lio” y arman escándalo, y se toman fotos, y presumen orondos las cámaras digitales que lograron introducir, burlando la vigilancia. Y es que en cuanto a la seguridad y la organización de este concierto, se ven muchas deficiencias. Adentro hay botellas, cámaras al por mayor, algunas sillas plegables (de los fans de mayor edad) y hasta una guitarra en la tribuna este (con sus respectivos intérpretes exaltados), que durante el intermedio constituirá el espectáculo off stage.

A mi derecha dos parejas de ciencuentones miran con una mezcla de lástima y desprecio a los escandalosos, y discretamente se pasan el cigarrillo de cannabis entre ellos. Es un público multicolor, sin edad definida, el que se ha concentrado este atardecer en el estadio 3 de marzo de Guadalajara para ver y escuchar a uno de los fundadores de Pink Floyd: Roger Waters, el bajista al que se deben trabajos como The Wall y Dark Side of the Moon, elementos clave en la historia del rock progresivo y en general de la música contemporánea.

El escenario es impresionante. La pantalla gigante que sirve de fondo al escenario proyecta una imagen de una mesa con una botella de whisky y un vaso. Atrás, hay un radio antiguo sobre el que encontramos un avión y un soldado de juguete. La nitidez es tal que da la impresión de tridimensionalidad, y el público se emociona cuando de pronto entra en cuadro una mano que sirve de la botella al vaso y que introduce un cigarro en el decorado. Este será el leitmotiv del concierto: con el pretexto del radio antiguo, las canciones se irán desgranando, previas al concierto y durante él, como si se tratara de una velada unipersonal disfrutando del tabaco, el alcohol y la buena música.

Finalmente, con una hora de retraso porque la gente no acababa de entrar, aparece el maestro Waters. La primera parte del concierto es un regalo para complacer. Desde el primer acorde de In the flesh, el público se entrega. Viene una secuencia de delicadezas: Mother, Wish you were here, The final cut, Shine on you crazy diamond… es como si uno mismo hubiera armado su concierto ideal y lo estuviera escuchando. También un par de canciones de Waters como solista y, momento clave del concierto, la presentación de un tema nuevo. Beirut es precedido por uno de los pocos discursos del inglés durante el concierto. La canción es una remembranza de un viaje efectuado como adolescente a través del medio oriente, y de su experiencia con una familia de Líbano. Desde una perspectiva muy humana, Roger Waters cuestiona la reciente invasión a Líbano y aprovecha para enviarle un Mensaje a Bush: “la educación texana te jodió el cerebro desde una edad temprana”.

El concierto está lleno de mensajes políticos. En Mother, que es apenas la segunda canción de la noche, Waters pregunta “Mother should I trust the government?” y se responde él mismo “No fucking way!”, apoyado por el alarido de las 25 mil gargantas que llenan el estadio. Constantes referencias a la guerra y a la intromisión de Inglaterra en países ajenos también son repetidas a través de las imágenes de la pantalla, que son todo otro espectáculo aparte. Un concierto de Roger Waters no solo es la extraordinaria música, sino el sorprendente bombardeo visual que complementa lo auditivo. Es música para más de un sentido.

Desde el principio del concierto todos nos preguntábamos “¿dónde está el cerdo?”. Sabíamos que no podía faltar el cerdo que desde la portada de Animals se convirtió en uno de los símbolos utilizados por Pink Floyd. La respuesta vino al finalizar la primera mitad del concierto. Mientras suenan los acordes de Sheep, aparece por el lado izquierdo de cancha el cerdo enorme, rosado, con colmillos y ojos chispeantes, volando sobre las cabezas de un público que pasa de la sorpresa al asombro y de pronto en el estadio se hace un instante de silencio reverente: el cerdo impone, admira, acojona. El momento de admiración da pie a la euforia cuando empezamos a leer los mensajes pintados en los costados y la barriga del globo: “Kafka manda”, “El habeas corpus importa”, “Fuera Bush” (impreso bajo la cola del animal), “Cerdo Bush, alto al muro de la frontera” y, en la barriga del cerdo, “Libres al fin” (mala traducción de “Free at last”, que en realidad es “Al fin libre”, en singular). Pasean al cerdo por media cancha, atado por un par de cables, y de pronto, cuando Sheep se ha convertido solo en una atmósfera que acompaña el desfile del globo, lo sueltan. A todos se nos va el aliento por un momento. El cerdo vuela, libre al fin, y se va, impulsado por el viento, hacia el cielo tapatío. Un seguidor lo alumbra mientras Waters indica que tomarán un descanso de 15 minutos y que pronto regresarán para continuar tocando. Mientras el cerdo se va haciendo pequeño, hacia el noreste, por el sureste del estadio aparece la luna llena, como buen anticipo de lo que viene.

La coincidencia de que esa fuera noche de luna llena es más que feliz para darle significado al siguiente platillo: Dark side of the moon, completito. Desde que se oyen los primeros sonidos de Breathe, el público estalla en júbilo. Y conforme van pasando las canciones, se celebra cada una. Momento de reverencia especial es cuando se escuchan las primeras notas de The great gig in the sky, una canción de culto, en la que la improvisación de la cantante nos eleva, nos conmueve, nos hace pensar en los misterios de la muerte y nos deposita finalmente en una cuna de poesía hecha sonidos. La gratificación a la cantante es un largo aplauso, que se hace ovación cuando suena el patrón rítmico de Money.

Total, que también la segunda parte del concierto es una delicia. Es casi como estar escuchando a Pink Floyd, con algunas alteraciones menores en la interpretación (sintetizadores que no tienen exactamente el mismo sonido que los originales, algún doble golpe al bombo que no está en la partitura, riffs de la guitarra más libres, cosas así). Cuando llega el final, la gente pide más, por supuesto, y los músicos regresan con Another brick in the wall, que es coreado por los asistentes. Es impresionante escuchar a un estadio completo gritando “We don’t need no thought control”, sobre todo porque hay un mensaje político que trasciende fronteras: mientras Waters piensa en Tony Blair, los mexicanos pensamos en nuestros villanos locales, y la cosa adquiere sentido. Luego, por si faltara algo, interpretan Bring the boys back home, y el público se vuelve loco y todos gritan el reclamo de regresar los soldados a casa. Pero falta la puntilla: el estadio se viene abajo con el primer acorde de Confortably numb, que resulta el cierre perfecto para enviarnos a casa confortablemente aturdidos. Ha sido un concierto excelso, un espectáculo único en la vida. A sus 61 años, Roger Waters sigue siendo un maestro, nos lo demostró esta noche.