Conciencia

sábado, 3 de enero de 2009

Martes 30/dic/08: El año que se va




I: BUENOS DÍAS
Tal vez uno siempre tenga esa sensación de que cada año que termina ha sido particularmente relevante para el calendario mayor de la historia, teniendo frescos todavía los eventos de los doce meses previos. En realidad, a la larga, pocos años se quedan grabados en la memoria colectiva y evocan momentos clave para el desarrollo de la civilización a la que ahí seguimos dando forma: 1492, por Colón; 1910 —para los mexicanos— por la Revolución; 1929, por la Bolsa; 1945, por la Guerra; 1988 —mex— por el Sistema y su caída; 2001, por las Torres. Sin embargo, algo me dice que esta vez el año 2008 sí seguirá siendo particularmente recordado en mucho tiempo por venir, de tantos sucesos acontecidos que pintan para hacer de 2008 un pico resaltado en punto de doble grosor en la gráfica global de la humanidad que otros trazarán en el futuro. El año abrió con una crisis, la alimentaria, y cerró con otra, la económica – que a fin de cuentas son dos síntomas del mismo mal mayor. En el Imperio, llegó el fin de la era Bush, que durante su señorío modeló al mundo de una manera que nos era inconcebible hasta entonces, y comenzó la era Obama, a quien ni Nostradamus vio venir. El tiempo dirá qué representa el 2008 para México en cuanto a la guerra, cuando ésta haya terminado y se cuenten los muertos, los vivos y los logros; por ahora, este año ha sido el peor en términos de una pérdida de calidad de vida en el país y de la sumisión a un sistema de violencia que está en la tele, en las calles, en el miedo que ni las frases animosas de Gloria Trevi logran espantar. Nos vamos a acordar del 2008, cómo no. Las palabras misteriosas de hoy son: recuento, crónica, blog.

II: URBANISTORIAS
La siguiente crónica me llegó vía correo electrónico, el autor es Juan Pablo Fernández, colega dedicado a la estatua viviente y otros menesteres artísticos, quien estuvo recientemente en Colima participando en el Festival de Poesía Joven que organizó la Secretaría de Cultura. Una viñeta urbana desde el DF:
“Ayer en una fonda llamada Santa Rita, en la calle Artículo 123, estaba un hombre hablando a gritos con una mujer. Le decía que se fueran juntos, que iban a vivir en una casa que él tenía allá por quiensabedondedijo, y que ya iba a dejar a su esposa porque ya estaba bueno de estar con ella, porque —decía— no estaba bien su mujer, y ya quería cambiar, que sus tres hijos ya estaban crecidos, el menor ya pasaba de los 14 al parecer, y ella le decía pero para qué gritas y no hables tan recio y más cosas por el estilo, pero que sí, que ella lo quería también, pero que lo pensaran mejor, y él gritaba que viva el amor, y era tanta la alharaca que la gente hasta se cambiaba de mesa, porque el hombre en mitad del trance lanzaba guacos, golpeaba la mesa y velozmente hasta se lanzaba sobre la mujer para besarla, mientras que ella pretendiendo resistirse se dejaba besar soltando resoplidos. Total, que entre vivas y hurras el hombre comió proclamando el amor y la mujer entre sumisa y eufórica intentaba disminuir los decibeles y luego los incrementaba con una estridente risa como de yegua en celo. Finalmente pidieron la cuenta y pagaron, y llegó un momento de silencio... las mesas alrededor, con excepción de la mía, están vacías. En una voz queda, el hombre inclinándose sobre la mesa le dice: "¿Y si mientras vamos a un hotel?". Ella no contesta pero sale con él del brazo a la calle donde se pierden en el océano urbano.”

III: AUTOBOMBO
El blog ya está actualizado (y con nuevo diseño), después de tantos días de ausencia y de andar escribiendo en teclados prestados y rentados. Ahí se encuentran (casi) todos los capítulos de la Columna Lítica —incluyendo los que, por cuestiones de entropía, no han aparecido en estas páginas—, con videos y fotos acompañando cada entrega, además de otros escritos, enlaces de interés y un sistema de búsqueda por etiquetas, por si quiere sumergirse en el mar de temas que han sido tocados en este espacio. El blog: ernestocortes.blogspot.com. Los leo: ernestocortes@itesm.mx

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