Conciencia

viernes, 16 de noviembre de 2007

Jueves 15/ago/07: De Reyes II



I: Buenos días
Uno en primera instancia podría asumir que el esposo de una reina es siempre un rey. No sucede así todas las veces. El esposo de la reina Elizabeth II de Inglaterra, por ejemplo, no ostenta el título de rey. El consorte real, nacido Philippos de Grecia y Dinamarca, fue nombrado Duque de Edimburgo, Conde de Merioneth, y Barón Greenwich, como regalo de su suegro, el rey Jorge VI de Inglaterra, el día anterior a su boda con la heredera a la corona británica, el 19 de noviembre de 1947. Nacido en la isla de Corfú, Grecia, con el matrimonio Felipe perdió su título de príncipe, y hubo de renunciar a la Iglesia Ortodoxa Griega, para convertirse al anglicanismo. Asimismo, tuvo que morderse los labios cuando su esposa decidió, al ascender al trono en 1952, que el nombre de la Casa Real Inglesa seguiría siendo el de ella, Windsor, y no cambiaría al de él, Mountbatten, como hubiera marcado la tradición. No fue sino hasta dos años después que la reina sugirió al primer ministro Winston Churchill que deberían aumentarle el título a su esposo, proponiendo el de “Príncipe de la Commonwealth”. Canadá y Sudáfrica se opusieron. Churchill sugirió el título de “Príncipe Consorte”, que ella rechazó. Según esto recién enterado del asunto, Felipe salió con que él no quería aumento de título, que con Su Alteza Real el Duque estaba bien, y ahí quedó el asunto, por el momento. Eventualmente, en 1957, acabó nombrándosele Su Alteza Real, El Príncipe Felipe, Duque de Edimburgo, pero nada más. Las palabras misteriosas de hoy son: de reyes, segunda parte.

II: Silencio todos que su majestad va a hablar
El Príncipe Felipe es medio hocicón. “Las mujeres británicas no saben cocinar”, fue una de sus primeras frases famosas, en 1966. Desde entonces, se ha distinguido por sus comentarios racistas, sexistas, y políticamente incorrectos, que suelta aquí y allá en forma de bromas y puyas. “Si se quedan aquí mucho tiempo, se les van a hacer los ojos rasgados”, dijo a un grupo de estudiantes británicos en china con los que se reunió en 1986. “¿Todavía andan tirándose lanzas unos a otros?”, preguntó a un australiano nativo, dueño de un parque cultural aborigen, en 2002. Tres años antes, había dicho a un grupo de niños sordos que asistían a una celebración en Cardiff: “¿Sordos? Estando junto a esto (un grupo jamaiquino de steeldrum) no cabe duda que estén sordos”. A un estudiante inglés en Papúa Nueva Guinea: “¿Cómo le hiciste para que no te comieran?”.

Así, el príncipe ha ofendido a hindúes, chinos, húngaros, escoceses, nigerianos y todo el que se le ha puesto enfrente. En una entrevista a la agencia Deutsche Presse-Argentur en 1988, expresó: “En caso de que yo reencarnara, me gustaría regresar como un virus mortal, para contribuir en algo a resolver la sobrepoblación”. Esta era una idea que ya había planteado dos años antes en el prólogo de su libro If I were an animal.

III: Orígenes
No siempre los reyes son naturales de los territorios que tienen bajo su manto. En la historia mexicana podemos recordar a Maximiliano I (y único), que nació en Viena, Austria. Los actuales monarcas de España tampoco nacieron ahí. Juan Carlos de Borbón nació en Roma, durante el exilio de la familia real desde la proclamación de la República en 1931. Por cierto, Juan Carlos fue bautizado por el Cardenal Eugenio Pacelli, que luego sería elevado a la dignidad papal como Pío XII. La esposa de Juan Carlos, natural de Atenas, nació Sophia, Princesa de Grecia y Dinamarca; un hermano suyo (de ella), Constantino, fue el último rey de Grecia, depuesto en 1973 por la junta militar gobernante, ahora exiliado en Londres, donde apadrinó hace algunos años a William, hijo de su primo Carlos, Príncipe de Gales. La mayoría de los reyes, príncipes, y otros haraganes con título en Europa están emparentados. De ahí eso de la sangre azul.

III: Mientras tanto, en la Ciudad de las Palmeras
El sábado concluiremos esta serie sobre los reyes. Hay todavía otras historias qué contar. Por lo pronto, cerramos con una invitación:

Hoy en la noche estrenamos obra de teatro con la Compañía Cuatro Milpas. Se trata de Opción múltiple, una comedia de Luis Mario Moncada, bajo la dirección de Janet Pinela. La obra es para adolescentes y adultos, y las funciones son de jueves a sábado a las 8:30 pm, y el domingo a las 7:00 pm, en el Teatro Hidalgo. La entrada es gratuita, por si gustan.

Estamos en la red: ernestocortes.blogspot.com. Los leo: ernesto@cuerdacueroycanto.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

uorale, ke grandísimo son of a british-bitch.