viernes, 4 de enero de 2008
Jueves 3/ene/08
I: Buenos días
La celebración de las fiestas decembrinas en Uruguay me dejó casi sordo. Esta gente es verdaderamente exagerada en eso de los petardos y los fuegos pirotécnicos. Como aquí son legales, hay toda una especialización en la materia, y como es tradición nacional el hacer ruido y soltar humo tanto el 24 como el 31 de diciembre, tuve mi dosis de truenos y pólvora quemada. Muy espectacular, eso sí, aunque viéndolo mexicanamente, no dejaba de extrañarme y hasta alarmarme un poco que un civil pueda tener posesión de artefactos pirotécnicos tan avanzados, mortíferos y tan cargados de pólvora. En México por menos que eso acusarían a la gente de ser eperristas, cuando no terroristas. Las palabras misteriosas de hoy son: últimas impresiones.
II: Dineros, gente y gobierno
Uruguay es, en general, más barato que México. La paridad con el dólar anda por los 22 pesos uruguayos por billete verde, pero con esos 22 pesos uno compra acá más de lo que podría comprar en México. Libros de Saramago por menos de cuatro dólares, por ejemplo, nuevos y en ediciones que en México cuestan lo cuádruple. Se come en un buen restaurant por la mitad de lo que costaría en uno del mismo pelo en Colima. Lo único más caro es el transporte público, que cuesta el equivalente a 6 pesos el boleto. Cada viaje en el camión es una romería de vendedores que "por tratarse de un
decomiso de aduana le vengo a ofrecer" mil chucherías. Cuando no, son los músicos o los comediantes. Es costumbre, aunque no se les dé dinero, que se le aplauda a los que cantan en un camión urbano.
Se están haciendo reformas hacendarias y en materia de salud acá, que han resultado controversiales para un sector de la población, pero que parecen necesarias para como está el país. Por lo que entiendo, los afectados con las reformas son la clase media, en beneficio de la clase baja y la clase paupérrima. Se han creado programas de apoyo social en los que la gente de muy escasos recursos recibe apoyo gubernamental a cambio de trabajo comunitario, de vacunar a sus hijos, de registrarlos, de matricularlos en la escuela. El nuevo gobierno trata de crear una nueva cultura en un Uruguay que recibió en no muy buenas condiciones, apenas dos años después de la devaluación que vino como coletazo de la debacle económica argentina en 2002, y que trajo consecuencias que van desde el éxodo de jóvenes a Europa a un detrimento en la salud mental del ciudadano uruguayo, bastante propenso a la depresión.
El nuevo gobierno va saliendo al paso lentamente, pero con medidas que apuntan al largo alcance, siempre y cuando la izquierda logre conservar la presidencia en las próximas elecciones, lo cual se ve complicado al tener en contra a la prensa, a la extrema derecha, y a la extrema izquierda misma. El enemigo más grande de la izquierda uruguaya parece estar dentro de la misma izquierda, oh sorpresa. Las divisiones internas en el Frente Amplio -coalición en el poder- amenazan la continuidad del proyecto, que se está apoyando mucho en la promoción turística y en la búsqueda de inversión extranjera.
IV: Regreso
Emprendemos el viaje de regreso a Colima, y para este fin de semana ya estaremos entre las palmeras y los topes de nuevo, justo a tiempo para la boda de mi padre, que contrae segundas nupcias y a quien aprovecho para felicitar a través de este medio. Una buena manera de empezar el año.
Leo que en Colima, con todo y las vacaciones, la efervescencia en la polaca no para, y ahora con esto del fin de año hay quienes aprovecharon para hacer su resumen personal y darle una repasada a varias secretarías. Diría el Peje, "lo mejor de esto es que se va a poner peor", nomás dejen que se acerquen más las elecciones y van a ver las pedradas, los vaivenes y los chapulinazos.
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