Conciencia

sábado, 15 de diciembre de 2007

Sábado 15/dic/07: Buenos Aires II


I: Buenos días
Estaba equivocado. En Buenos Aires sí hay botargas del Doctor Simi. Y acá se le considera un benefactor del pueblo, el aliado de los pobres. También tiene su periódico, y anda metido en la política. Para mis amigos argentinos fue una sorpresa enterarse de que el Doctor Simi es una persona, no nomás un mono; y más sorpresa cuando les conté del folclor que lo rodea en tierras mexicanas. Las palabras misteriosas de hoy son: segundas impresiones.

II: Política y otras cuestiones

Yo no acabo de entender eso del peronismo. Acá todo mundo lo invoca y siguen hablando de Perón y de Evita como si fuera ayer, y se hacen tremendas discusiones en torno a la política peronista. Me hago bolas, sobre todo porque hay peronismo militante, peronismo verdadero, neoperonismo y quién sabe cuántas vertientes más. Supongo que es como cuando en México la palabra Revolución la traían para acá y para allá. Me acuerdo que hasta entre el profesorado había Vanguardia Revolucionaria, en los días de Jonguitud Barrios, tiempos previos a los de la mamá de Chucky.

Por supuesto, en Argentina también se cuecen los buenos escándalos: en agosto de este año, detuvieron en el aeropuerto a un empresario gringo que pretendía ingresar 800 mil dólares en una maleta. Lo soltaron y se fue a Estados Unidos. Antier, el gobierno norteamericano detuvo en Miami a unos venezolanos y a un uruguayo acusados de ir a hostigar al gringo para que no revele el origen del dinero. Dicen los EU que el dinero provenía de Chávez. Dicen los díceres que el dinero era para la campaña electoral de Cristina Fernández. Dice ella que no es cierto. Dicen sus adversarios que eso se tiene que aclarar.

Acá hay una cantidad tal de partidos políticos, que nadie me ha sabido decir a ciencia cierta cuántos son. El comunista, por ejemplo, se dividió en tres hace poco: los auténticos, los verdaderos y los extraordinarios (o algo así). El runrún es que el plan de los Kirchner es la alternancia: como Néstor tal vez no hubiera ganado las elecciones de haber apostado por la reelección, propuso a su esposa, que de hecho era más conocida que él antes de que él fuera presidente. El plan, según la voz del pueblo, es que una vez que ella concluya sus cuatro años de mandato, su esposo se propondrá para la presidencia, y así se la irán llevando. Por lo pronto, la nueva presidenta tiene entre sus tareas el limar asperezas con los vecinos, ya que las cosas no andan muy bien que digamos: con Chile, por cuestiones limítrofes; y con Uruguay, por el añejo asunto de la planta de celulosa que fue instalada en detrimento de la ecología compartida por las dos naciones.

Argentina parece que ahí va, recuperándose después de la crisis que en 2001-2002 los llevó de tener una paridad 1 a 1 con el dólar al 1 a 3.15 que ahora hay en las casas de cambio. Con todo, se ve pobreza, hay gente durmiendo en las calles, el metro está feo y descuidado, hay niños que piden dinero a los comensales de las terrazas en los cafés, en fin. Supongo también que tiene que ver con el hecho de que estoy en la capital, y como en todas (o casi) las capitales del mundo, se ven estos fenómenos. La ciudad sigue creciendo, con sus 14 millones y contando, y hay migración de la gente del interior y de los bolivianos y los paraguayos, que no son vistos con muy buenos ojos.

Es interesante ver el concepto que los ciudadanos de un país tienen de los de los países vecinos. Acá hay discriminación contra los bolivianos y los paraguayos, principalmente “porque son indios”, y porque dicen que de Paraguay viene todo el contrabando. Con Uruguay hay una rivalidad más bien cultural e histórica (“Gardel nació en Buenos Aires, no en Tacuarembó, como dicen ellos”). A Brasil se le respeta, porque es el principal socio comercial y porque se tiene el concepto de que Brasil es un país estable, con una economía pujante. Con Venezuela, vecinos lejanos, hay una relación polivalente de admiración, respeto, desprecio y algo de miedito por lo que vaya a pasar con Hugo Chávez. Por cierto, ayer el diario Clarín deslizó el rumor de que Chávez en realidad había ganado el referéndum, pero que como el margen de triunfo era tan estrecho, decidió mejor fabricar su propia derrota y canalizarla bien. Vaya usted a saber.

Hoy en la noche tomamos el barco para ir a Montevideo. Voy a intentar una daga: contrabandear tortillas que una amiga colimense que vive en Buenos Aires me consiguió en el restaurante donde trabaja. Por experiencia sé que es imposible conseguir tortillas en Uruguay, así que vamos a ver si metidas en la guitarra nadie las detecta. Estamos en la red: ernestocortes.blogspot.com. Los leo desde acá: ernesto@cuerdacueroycanto.com

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